madrid - PSOE carga contra Podemos; Podemos echa la culpa a PSOE y Ciudadanos; y Ciudadanos esgrime el acuerdo firmado con los socialistas al tiempo que lanza guiños al cuarto en discordia, un PP agazapado que aguarda su oportunidad o unas nuevas elecciones en las que espera ver recompensada su actitud de “no entrar en postureos ni teatrillos”. Así, el intento de poner de acuerdo a las tres patas de un posible gobierno de cambio -PSOE, Ciudadanos y Podemos- se rompió al primer envite.
En el día siguiente a la reunión que mantuvieron las tres fuerzas en el Congreso, el olor a nuevas elecciones el próximo 26 de junio adquiere cada vez más intensidad en los mentideros políticos. Podemos y Ciudadanos parecen tener claro que no hay margen para llegar a acuerdos imposibles, mientras que el PSOE, por lo mucho que se juega Pedro Sánchez -con el marcaje de Susana Díaz-, es el único que aún parece conservar una cierta esperanza en evitar una nueva cita con las urnas. Ayer, el portavoz del PSOE en el Congreso y hombre que ha encabezado la comisión negociadora, Antonio Hernando, trataba de mantener un hilo de esperanza. “Vamos a seguir trabajando por un gobierno de cambio”, aseguró, al tiempo que, parafraseando a Joaquín Sabina, insistió en que “quedan 19 días y 500 noches para trabajar por un Gobierno de cambio”.
Ataque a Iglesias Los socialistas tienen claro que ha sido Podemos quien ha roto toda posibilidad de concretar un gobierno de cambio en torno al acuerdo PSOE-Ciudadanos. “Iglesias y Podemos han cerrado la puerta al cambio que tanto desean millones de españoles”, “Iglesias vive mejor con Rajoy como presidente” y “gracias por no intentarlo en absoluto, Pablo” son tres frases de Hernando que resumen a la perfección el malestar que reina en Ferraz con la formación morada.
Por su parte, Pablo Iglesias, que prefirió esperar hasta ayer para valorar lo que había dado de sí la reunión del jueves -cita en la que él fue el único líder de los tres partidos presente-, también daba casi por cerrada la opción de un acuerdo a tres con PSOE y Ciudadanos. “La gente está ya cansada de paripés”, aseguró el líder de la formación morada, quien, sin embargo, y para que nadie le pueda acusar directamente de haber cercenado esta posibilidad, aseguró que serán las bases de su formación quienes tendrán la última palabra.
Iglesias, que estuvo acompañado por la plana mayor de Podemos y sus confluencias, cargó contra PSOE y Ciudadanos, a quienes acusó de haber dinamitado la reunión entre las tres fuerzas. “Ni PSOE ni Ciudadanos estaban dispuestos a moverse del acuerdo que tienen firmado”, aseguró el líder de Podemos, que puesto a repartir culpas extendió el manto sobre los socialistas, a quienes acusó de estar en manos de la formación liderada por Albert Rivera. “Salimos con la impresión de que el PSOE hubiera viajado al país de Ciudadanos y una vez allí les hubieran quitado el pasaporte y no pudieran moverse”, afirmó.
La tercera pata de este banco, Ciudadanos, coincidía con el PSOE al señalar a Podemos como el responsable del fracaso de la negociación de los tres partidos. Desde la formación naranja se aseguraba ayer que Iglesias acudió a la cita con la idea preconcebida de romperla. Así, y salvo el giro radical que supondría un acuerdo entre PSOE y Podemos, todo hace indicar que el 26-J habrá una nueva cita con las urnas.