madrid - El candidato y portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, emplazó ayer a Mariano Rajoy a “mojarse” sobre la respuesta ante el terrorismo yihadista y el Estado Islámico (EI) y a que clarifique si estaría dispuesto a participar o colaborar en una guerra en Siria e Irak, o en otras zonas, contra el EI. El presidente del Gobierno español y candidato a la reelección por el PP no quiere ni oír hablar del tema y responde con evasivas y vaguedades para no tener que comprometerse en una cuestión que puede arruinar su campaña electoral.
Rajoy trata de ganar tiempo para no tener que pronunciarse sobre este tema mientras su diplomacia pone empeño en evitar que el Gobierno galo pida formalmente al español una participación o colaboración en la alianza occidental que trata de pergeñar para enfrentarse al EI. Eso le colocaría en un serio brete y le obligaría a tener que tomar una decisión. De momento, el presidente Françoise Hollande no ha llamado a filas a Rajoy, pero el candidato del PP a la reelección todavía no ha explicado si su partido y un eventual Gobierno español liderado por él en caso de ganar las elecciones del 20-D estaría por la labor de enviar tropas a los distintos frentes bélicos donde algunos países ya combaten contra los yihadistas.
Frente a su calculado inmovilismo ante una cuestión importante también para él -llegó a señalar que es una cuestión de valores, “los valores de la civilización occidental”-, el PNV le apremia a explicar “cuáles son sus propuestas concretas porque no ha dado ninguna información, ninguno de los partidos sabemos qué información hay del resto de policías y qué piensa el Gobierno de España sobre las actuaciones a dar y eso es lo grave y lo que debe saber la ciudadanía”, señaló Esteban en declaraciones a Efe.
Doce años después, la foto de las Azores protagonizada por José María Aznar sigue pesando como una losa en el PP. Las armas de destrucción masiva que sirvieron como pretexto para invadir Irak en 2003 siguen sin aparecer, y en su lugar la guerra dejó un país dividido, sin arquitectura institucional clara y al albur de los grupúsculos y las facciones armadas de uno y otro signo, creando el germen de lo que hoy es el Estado Islámico. Fue un desastre cuyas consecuencias sigue también Occidente pagando como se vio en París el 13-N o antes en Madrid el 11-M de 2004, tres días antes de las elecciones que perdió Rajoy.
Éste sabe ahora que el PP perdió las elecciones por la decisión de Aznar de ir a la guerra contra Irak y conoce que como consecuencia de esa guerra se produjeron los atentados del 11-M. No le volverá a pasar otra vez. Por eso ahora el gobierno del PP no lidera ninguna coalición mundial contra el terrorismo y se agarra al argumento de que una cuestión tan relevante debe tomarla el Gobierno saliente de las urnas y de que, además, el Parlamento está disuelto precisamente por la cita electoral.
De todos modos, Esteban subraya que la Diputación Permanente -el órgano designado para cumplir las funciones del Parlamento mientras se encuentra cerrado el periodo de sesiones- está para algo y, a su juicio, Rajoy debería comparecer en ese foro para “ofrecer datos de su visión política, y dentro de esa visión qué pasos daría”. En cuanto a una posible intervención militar española contra el Estado Islámico, intervención que el PNV no apoya, Esteban señaló que enviar tropas a Siria e Irak “reforzaría el discurso del EI de enfrentarse con los Cruzados”, Esteban criticó que “para un presidente en horas bajas como Hollande es muy efectivo envolverse en la bandera y mandar unos aviones a bombardear, algo que ya estaban haciendo desde hace meses”.
Bajo ningún concepto Rajoy enviará tropas españolas a un conflicto extranjero antes de las elecciones para no arruinar la campaña y dilapidar sus opciones a la reelección, como le ocurrió con Aznar. Pero tampoco podría hacerlo sin la autorización de Las Cortes -o en su caso de la Diputación Permanente- porque desde 2005 la ley obliga a que una decisión así se tome solo con el aval del Parlamento.
Considera el diputado jeltzale que el presidente español se parapeta tras el denominado pacto antiyihadista para aparentar que toma partido sobre la cuestión, pero que en realidad “está haciendo mucha firma pero mojarse poco, no sabemos ni lo que piensa ni qué información tiene”. A ese pacto se agarra el PSOE para diluir su posición sobre el envío de tropas a la guerra, mientras que Ciudadanos lo tiene claro y aboga por involucrarse en la guerra.