GASTEIZ.- Cerca de 400 integrantes de esta plataforma creada para hacer posible "el derecho a decidir del pueblo vasco" se han reunido hoy en asamblea en Gasteiz para aprobar las aportaciones al documento "Eskura" (A mano), en el que se fija "la hoja de ruta" de este movimiento.

El documento con las alegaciones aceptadas, así como la nueva dirección integrada por 75 personas, ha sido respaldado por una amplia mayoría de los presentes. Entre las personas que forman la dirección se encuentra el exdirector general de EITB y exalcalde de Getxo (Bizkaia) por el PNV, Mikel Zarraoa.

Tras las votaciones, el portavoz de esta plataforma, Ángel Oiarbide, ha dejado claro que ha llegado "la era de la decisión" al mostrarse convencido de que "durante los próximos dos años se sucederán diferentes puntos de inflexión que determinarán la arquitectura institucional de este país".

Ha defendido que la ciudadanía debe enfrentar el "reto" de la autodeterminación de manera conjunta, por lo que ha indicado que "Gure Esku Dago" se ofrece como intermediario con su propia "hoja de ruta en la mano".

"Seremos los intermediarios para construir esa confluencia de consenso. Pretendemos fortalecer esa intermediación y acordar una vía que toda la ciudadanía que pueda sentir como propia. Que sea exquisita hasta el extremo en las formar y plena de ambición en sus objetivos", ha plantado.

Oiarbide ha insistido en que "todos los que comparten" el objetivo de materializar el derecho a decidir "deben compartir también este trayecto".

Ha dejado claro que la fecha de la consulta que reivindican no son un "tótem" para esta plataforma ciudadana, por lo que ha rechazado la posibilidad de "entrar en pugna por las fechas".

"Puede ser 2018, 2017 o 2020. La fecha no es un tótem, es una referencia para el acuerdo", ha hecho hincapié.

Este movimiento ciudadano surgió el pasado año emulando a la Asamblea Nacional Catalana y desde entonces ha organizado varias iniciativas en favor de la autoderminación.

En el mes de junio movilizó a decenas de miles de personas, pero falló en el intento de llenar los estadios vascos, especialmente el más grande de ellos, el bilbaino San Mamés con capacidad para 53.000 personas, que se quedó a media entrada.

En 2014 organizó una cadena humana de más de cien kilómetros que unió Durango con Iruña, en la que participaron más de cien mil personas según los organizadores.