Palencia/Vitoria. Un grupo de montañeros españoles, entre los que figuran los vascos Juanito Oiarzabal y Edurne Pasabán, el palentino Tente Lagunilla y el abulense Carlos Soria, solicitan a los organismos públicos y a los ciudadanos ayuda para paliar la grave crisis provocada por el terremoto ocurrido en Nepal.

A través de un comunicado, una veintena de montañeros, "ligados por fuertes vínculos a las montañas de Nepal, a su cultura y a sus gentes", han querido trasmitir un mensaje de solidaridad y ayuda a Nepal, bien a través de ONG o de otros organismos oficiales.

"Hacemos un llamamiento a nuestros organismos públicos y conciudadanos a volcarse en la ayuda a este pueblo que está en una situación de grave crisis", han manifestado.

Los montañeros piden que se contribuya, en la medida de cada uno, a través de las numerosas cuentas que se han habilitado por diversas ONG e instituciones para ayudar a Nepal.

Además proponen la de la Fundación Montañeros por el Himalaya, (BBVA ES12 0182 0300 1502 0155 2754), que desde hace años está trabajando en Katmandú ofreciendo un futuro mejor a niños de las aldeas de montaña y que destaca por su eficacia, conocimiento del terreno y probadas honradez y experiencia.

Los montañeros han manifestado su pesar por las consecuencias devastadoras del seísmo de gran intensidad que ha provocado miles de muertos y grandes destrozos en las infraestructuras, monumentos y viviendas de extensas áreas en las zonas más pobladas de Nepal.

Una catástrofe de tal magnitud que, según los firmantes, no hace sino empeorar aún más las condiciones de vida de buena parte de las gentes de Nepal, uno de los países más pobres del planeta.

Como conocedores de la realidad nepalí, advierten de que el gobierno nepalí no podrá hacer frente por sí sólo a esta situación de emergencia y por ello afirman que "es más necesaria que nunca la ayuda internacional para dar respuesta urgente a carencias de todo tipo, desde la sanidad, el agua potable, la comida, las comunicaciones o el transporte".

"Pero también para que Nepal y sus ciudadanos puedan rehacer su vida, ponerse en marcha nuevamente y hagan frente a las importantes tareas de reconstrucción y construyan un futuro digno y prometedor para millones de personas que, en caso contrario, están condenadas a la desesperación y la pobreza", concluyen.