Bilbao - El Departamento de Seguridad está elaborando una nueva instrucción operativa en la Ertzaintza para la “prevención y protección” de los agentes frente a la amenaza del terrorismo islamista. Dicha normativa, que está “en fase de contraste interno”, sustituirá a la clásica instrucción 53 contra ETA que había quedado en desuso tras el fin definitivo de la actividad de la organización armada. Así lo afirmó ayer el jefe de inteligencia criminal de la Oficina Central de Inteligencia (OCI), Juan Vicente Bilbao, en el marco de una conferencia y rueda de prensa celebradas en la macrocomisaría de Erandio para explicar los pasos que está dando la Policía vasca contra el terrorismo yihadista.
La instrucción 53 nació para dotar a los ertzainas de una serie de medidas de autoprotección frente a la violencia de ETA. Tras el comunicado que la banda hizo público el 20 de octubre de 2011, esos procedimientos fueron sustituidos por una mayor presencia de los agentes en la calle y cercanía al ciudadano. El mando de la OCI aseguró ayer que la nueva instrucción en la que se está trabajando “no tiene nada que ver con la 53” y que incorporará medidas que ya se están llevando a cabo”. “Evidentemente, los ertzainas han adquirido una experiencia en cuestiones terroristas” como consecuencia del trabajo contra ETA que se ha desarrollado “durante muchísimos años”, afirmó Bilbao. Insistió en que la “normativa específica” de la que se va a dotar la Ertzaintza “pretende atajar el fenómeno del terrorismo islamista radical” y concluyó que “lo que importa es la protección de la ciudadanía”.
El jefe de inteligencia criminal de la Policía vasca, que compareció junto al viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, y al director de la Policía vasca, Gervasio Gabirondo, enmarcó esta iniciativa en un “plan estratégico contra el terrorismo islamista radical” que, además de en la protección, se basa en las labores preventivas que “estamos realizando continuamente”, incluyendo “controlar los procesos de radicalización y luchar contra la islamofobia”. Agregó que en el plano de la persecución “lo que hacemos es controlar, localizar e investigar a los terroristas”, y en el de la respuesta se trata de “dar una respuesta eficaz con diferentes acciones”.
“No criminalizar” El director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, destacó que este es un tipo de terrorismo que “va a perdurar mucho tiempo”, por lo que “vamos a tener que aprender a convivir de alguna manera con él”. “Vivimos y convivimos con una comunidad de más de 40.000 personas y, probablemente, muy pocas de ellas puedan llegar a ser en un momento determinado activistas de un islamismo radical que pueda conllevar acciones irreparables”, precisó. Emplazó por ello a la “prudencia” y a medir las palabras para “no criminalizar” a todos los musulmanes.
Entre las labores preventivas que lleva a cabo la Ertzaintza se encuentra la identificación de individuos que puedan radicalizarse y llevar a cabo acciones violentas. Para ello, Gabirondo realizó un llamamiento a la sociedad a estar alerta y a poner en conocimiento de las autoridades los “rasgos de radicalidad” que pueda observar. “Lo fundamental es evitar que se produzca una situación de violencia”, dijo. Entre las dificultades apuntadas por los responsables policiales para prevenir este tipo de terrorismo se encuentra la dificultad de mantener en el tiempo un seguimiento a individuos sospechosos de cometer atentados, ya que se pueden “radicalizar” en un lapso de muchos años y desplazarse por el mundo sin que la Ertzaintza pueda controlar sus movimientos.
Respecto al número de efectivos de la Policía vasca dedicado a vigilar este fenómeno, Gabirondo indicó que entre las labores de todos los agentes del cuerpo está identificar cualquier nivel de riesgo de este tipo. Asimismo, afirmó que se están haciendo esfuerzos “importantísimos” en la prevención antes de que se produzca cualquier situación violenta. “Ante cualquier persona que se pueda prever que dé un salto cualitativo, se abrirá la fase de investigación y se dedicarán los esfuerzos que sean necesarios”, señaló.