Tres años después de la muerte de Iñigo Cabacas, los sentimientos por su pérdida siguen a flor de piel. Así se pudo comprobar ayer durante el homenaje que la plataforma Iñigo Gogoan organizó en memoria del joven en el mismo lugar en que, el 5 de abril de 2012, cayó abatido por el impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, la plaza Kirruli de la calle María Díaz de Haro de Bilbao. El acto, que tuvo como protagonistas a los amigos y los padres de Pitu, Manu y Josefina, estuvo marcado por muchos momentos de emoción y por continuas alusiones al que fuera consejero de Interior cuando sucedieron los hechos, Rodolfo Ares; a los responsables del Departamento de Seguridad y a ugarteko, el er-tzaina que esa noche se encargaba de coordinar el operativo desde la comisaría de Deusto.

Pero por encima de todo, lo que sobrevoló ayer la plaza bilbaina fue un grito unánime exigiendo justicia para Iñigo y lamentando la lentitud de un proceso judicial que sigue en fase de instrucción con cinco ertzainas imputados y serias dudas de que se pueda identificar al autor del disparo mortal. El momento central del acto fue la suelta de 1.095 globos en representación de los días que han transcurrido “sin justicia” para Iñigo. Dichos globos, que mostraban la imagen del joven y el lema Justizia orain, eran omnipresentes en una abarrotada plaza junto a pegatinas, carteles y camisetas con frases como Eta Pitu zer...? o Tres años sin justicia. Amigos de Iñigo fueron pasando por un sencillo escenario que contaba con un gran cartel sujeto con globos con la misma exigencia. Ante la presencia de la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, que acompañaba a los padres del fallecido, lamentaron que “todavía no hemos encontrado al asesino de Iñigo”.

Reclamaron “celeridad” para un proceso judicial “muy lento” que está provocando “una eterna espera”. “¿Dónde están los responsables del operativo? ¿Dónde está la investigación policial de Ares y Varela?”, cuestionaron en referencia al exconsejero de Interior y al exdirector de la Ertzaintza, respectivamente. Pidieron además a los actuales responsables de Seguridad que se suprima del todo la utilización de pelotas de goma y trasladaron al alcalde de Bilbao, Ibon Areso, y al portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, que además de pedir la pronta resolución del caso, “presionen” para “el esclarecimiento de los hechos”.

“Ciudadanos de regional” Tras la actuación de txalapartaris y bertsolaris, subieron Manu y Fina acompañados por Laia, la joven que se encontraba en el lugar de los hechos y que socorrió a Iñigo hasta que llegó la ambulancia, lo que rememoró ayer con gran emoción y entre las lágrimas de muchos de los presentes. Manu Cabacas recordó que “han pasado 1.095 días sin Iñigo, 1.095 noches sin descanso, de pesadillas, en vela, deseando escuchar su regreso tras una noche de fiesta, como debió haber sucedido”.

Advirtió además de que, en todo este tiempo, han recibido “muchas palabras bonitas, pero pocos hechos y verdades”. “Todavía retumban en mi cabeza las palabras del señor Ares”, en referencia a la promesa del parlamentario del PSE de “asumir la responsabilidad del suceso”. “¿Dónde quedó esa responsabilidad? ¿Qué decisiones tomó? ¿Dimitió o cesó a algún cargo? Tampoco olvidamos que la consejería de Seguridad negó a la juez los protocolos de actuación de la Ertzaintza”, censuró.

Exigió por último que se depuren “todas las responsabilidades” en torno a la muerte de su hijo, “más allá de la responsabilidad del autor material del disparo”. “No podemos consentir que sigan existiendo ciudadanos de primera, segunda y regional”, concluyó. Mientras tenía lugar la actuación de Jare, se produjo la suelta de globos que puso punto y final al acto.