Bilbao - No hubo demasiada épica ni un discurso centrado en las emociones durante la celebración del Aberri Eguna por parte del PNV. Aunque esa festividad suele prestarse a los grandes anuncios, optó por pegarse a la gestión, poniendo en valor la construcción nacional en el día a día y exprimiendo las herramientas del autogobierno para levantar una Euskadi potente económicamente y solidaria, aunque no por ello rebajó un ápice su objetivo de que se reconozca la nación vasca. Vino a decir que, para que Euskadi pueda decidir su futuro sin ataduras, el PNV ha trabajado años en los cimientos y en su progreso. El propio presidente del partido, Andoni Ortuzar, fue presentado por la conductora del acto como un periodista que sueña todos los días con el titular “Euskadi, nuevo miembro de la Unión Europea”, y exigió al Gobierno español que respete el estatus de autogobierno que alumbren las instituciones vascas y lo que decida “nuestro pueblo y solo nuestro pueblo”. Pero las elecciones municipales y forales de mayo están cada vez más cerca y el discurso fue un alegato a favor de su experiencia en la gestión. El PNV, que se ha fijado como objetivo ganar en las tres diputaciones y las tres capitales de la CAV, se reafirmó ayer en esa meta y dejó claro que va a por todas. “Acordaos de cómo estaba este país cuando gobernábamos en todos los territorios. Tenemos que recuperar ese bienestar”, llegó a decir Ortuzar, que ve a su partido como favorito y, quizás por ello, no quiso entrar en la confrontación y prácticamente no se lanzó al barro para criticar a otras formaciones. Sí lanzó algún dardo a la izquierda abertzale, pero no quiso ahondar porque pretenden llegar a un acuerdo sobre paz.

A pesar del clima algo desapacible, con nubes que amenazaban lluvia y bajada de temperaturas, la Plaza Nueva de Bilbao no tardó en llenarse para escuchar a Ortuzar y al lehendakari, Iñigo Urkullu. Tras el atril, una extensa bancada de candidatos y cargos arropaba a los oradores y proyectaba una imagen de fortaleza y cohesión de un partido que exprimirá el mensaje de la gestión en precampaña. Quedó especialmente de manifiesto durante la intervención de Urkullu, un discurso muy institucional centrado en los logros económicos de su gobierno y que se adentró lo justo en el terreno más político. Ese mensaje ayudaría al PNV a presentarse como una herramienta eficaz contra la crisis, la principal preocupación de los ciudadanos según las encuestas, y también a diferenciarse de la izquierda abertzale, con quien comparte el derecho a decidir y que se reconozca la nación vasca, pero no el camino.

“El PNV es firmeza contra todas las violencias, contra Franco y contra ETA; y es compromiso por la construcción nacional de Euskadi pero no de una casa ni de una nación cualquiera, no: de una casa en la que quepamos todos, próspera, con trabajo y dignidad para todos”, dijo Ortuzar. “Empezar la casa por el tejado es derrumbe seguro, por eso llevamos muchos años trabajando en los cimientos; porque todo este camino solo lleva a un destino: a una Euskadi próspera y dueña de su porvenir, a una patria libre de hombres y mujeres libres, a una nación que quiere decidir su futuro sin ataduras”, agregó. Comparó la construcción nacional con un periódico, que “debe hacerse todos los días”.

Ortuzar presentó ese bagaje en un año en el que tendrán lugar tres citas electorales que afectan a Euskadi: las municipales y forales de mayo, las autonómicas previstas para ese mismo mes en Nafarroa, y las generales de finales de año. Según las encuestas, el PNV no tendría demasiados problemas para repetir gobierno en Bizkaia y Bilbao, mientras en Gipuzkoa y Araba se registran dobles y triples empates que hacen que todo sea posible tanto en las Juntas como en los ayuntamientos de las capitales. Los jeltzales acarician su meta de gobernar en las principales instituciones y cuentan con ser la lista más votada. No quieren hablar de otras hipótesis. En cualquier caso, si en Araba ganara el PP, ahora en el poder, lo tendría difícil para investir otra vez a sus candidatos en las Juntas y el Ayuntamiento de Gasteiz porque ha quedado políticamente aislado tras la apuesta del alcalde Javier Maroto por limitar las ayudas a los inmigrantes magrebíes, lo que abre la puerta a otros candidatos. En Gipuzkoa podría sucederle lo mismo a EH Bildu.

Los jeltzales solo cuentan con ser los más votados pero su apuesta por movilizar al votante deja claro que no cae en triunfalismos porque las citas electorales se presentan muy complicadas con la irrupción de nuevos actores como Podemos. Además, aunque ganara, debería lograr apoyos para la investidura, un camino que podría allanarse con su apuesta por no entrar en la confrontación en campaña. Antes de las elecciones de 2011, las tres diputaciones estaban gobernadas por los jeltzales (José Luis Bilbao en Bizkaia, Markel Olano en Gipuzkoa y Xabier Agirre en Araba).

Ortuzar avisó de que la ciudadanía cada vez es más exigente, y opinó que “solo hay un partido que ofrezca garantía” para afrontar los retos de la crisis, la paz y el autogobierno. “Somos nosotros, el Partido Nacionalista Vasco. Y solo hay una única alternativa al PNV: un PNV todavía mejor”, dijo. “Al líder siempre se le pide lo máximo, y lo máximo para nosotros es liderar las tres diputaciones y los ayuntamientos de las tres capitales y conseguir el cambio político en Nafarroa. Acordaos de cómo estaba este país cuando gobernábamos en todos los territorios. Tenemos que recuperar ese bienestar y esa pujanza. La única garantía de estabilidad es el PNV”, zanjó. Ortuzar solo lanzó una breve crítica al anterior Gobierno Vasco de Patxi López, investido con los votos del popular Antonio Basagoiti, para contraponer su gestión a otras experiencias que considera fallidas. “Mirad cómo dejaron el país en tres años Zipi y Zape. Y la izquierda abertzale, cosa que toca, cosa que rompe en Gipuzkoa”, dijo, para aludir también a Maroto y De Andrés en Araba.

toque a Madrid Sobre Nafarroa, pidió que deje de ser cuestión de Estado y lamentó que hasta ahora su futuro se haya decidido en los despachos del PP y el PSOE en Madrid. “Los navarros tienen el cambio en su mano. Tienen en su mano decidir su futuro”, dijo. En materia de autogobierno, pidió al Gobierno español de Mariano Rajoy que respete lo que propongan las instituciones vascas en la ponencia parlamentaria que comenzará a articular un nuevo estatus tras las elecciones de mayo. “Que respete lo que nuestro pueblo, y solo nuestro pueblo, decida”, exigió. El jeltzale también lamentó que el PP trate de presentar a Rajoy como “el capitán de la lucha contra la crisis”. “Al único capitán que me recuerda es al capitán Pescanova, porque nos ha dejado congelados. Bajo cero en eficacia, en tolerancia y en democracia”, acusó.