En estos momentos se libra una guerra política y parlamentaria contra la directora general de EITB, Maite Iturbe, sobre todo por parte de los partidos del llamado eje constitucionalista. Se le acusa de falta de pluralidad en los espacios informativos cuando los Teleberris son líderes de audiencia desde hace año y medio. En esta reprobación elevada a niveles parlamentarios se ha recurrido a todo tipo de munición: la deriva política, la OPE de Radio Euskadi y la gestión de las audiencias. Pese a ello, el pasado jueves PSE, PP y UPyD no consiguieron ganar la votación plenaria en la que se pedía la dimisión de Iturbe; los votos del PNV y la abstención de EH Bildu lo impidieron.
El parlamentario del PSE Mikel Unzalu señala a DNA que su partido nunca dio un cheque en blanco a la directora del ente y que el sesgo de los informativos “es insoportable en un medio público”. Unai Urruzuno, de EH Bildu, cree que un relevo en la dirección no es imprescindible y aboga por un cambio de modelo. Por parte del PNV, Iñigo Iturrate opina que poner a EITB en el candelero político no hace más que erosionar al grupo en unos momentos delicados de cara a la competencia que ejercen otras cadenas en Euskal Herria. La secretaria general del PP de la CAV, Nerea Llanos, expresa su deseo de que “la dirección haga un replanteamiento ante la pérdida de apoyos” que se plasmó en el Pleno de la semana pasada.
Utilización política Mikel Unzalu se muestra contundente: “Cuando apoyamos a Maite Iturbe acordamos una serie de cuestiones que se han ido deteriorando y la situación se ha hecho insoportable. Partimos de un acuerdo con el PNV que se basó fundamentalmente en que se debía cumplir el espíritu de la ley del ente. Le dimos a Iturbe un voto de confianza, no un cheque en blanco, y hace tiempo que empezamos a manifestarle públicamente nuestras diferencias con algunos aspectos fundamentales de la gestión de EITB. Pensamos que es el momento de cambiar las cosas porque hemos dado suficientes avisos”.
Para el socialista, la labor de los actuales gestores no tiene nada que ver con la que llevó a cabo Alberto Surio, con el PSE en el Gobierno Vasco. Su trabajo “fue criticado por lo contrario, se pretendió un lenguaje diferente, dar mensajes no contradictorios en algunos aspectos. Creemos que la dirección anterior sí cumplía perfectamente con lo que dice la ley del ente”, valora. Concluye que tras el resultado del último Pleno con 26 votos a favor de Iturbe, 25 en contra y 21 abstenciones, esta no tiene la mayoría absoluta necesaria para dirigir EITB.
Iñigo Iturrate considera que la petición de dimisión es “telebasura política y afortunadamente no ha salido adelante. Resulta extraño que las críticas que hacen PP, PSE y HB Bildu se den a la vez. Se utiliza a EITB de una forma descaradamente política. Todos podríamos hacerlo, porque ningún partido político, ninguno, está satisfecho del trato que se le da en la televisión. Todos creemos que nos da menos de lo que nos debería dar”. El jeltzale cree que estas cuestiones no deben llevarse al debate parlamentario y menos para pedir una dimisión: “Es una barbaridad, se ha mezclado el control político de la televisión y la OPE de la radio”. Añade que “Surio tuvo datos bastante peores en muchos momentos y nunca se llegó a plantear su dimisión”.
Debatir el modelo Nerea Llanos, parlamentaria del PP y miembro del Consejo de Administración de EITB como Unzalu e Iturrate, anunció hace mes y medio que su partido daba tres meses de confianza a Maite Iturbe. Sin embargo, su grupo se sumó a la petición de dimisión: “Cuando das tres meses de plazo esperas que haya un cambio en las actitudes, pero no hay ni el más mínimo esbozo de autocrítica. Ahora que la dirección general de EITB no tiene una parte importante del apoyo del Parlamento, espero que haga un replanteamiento. Las personas son importantes, pero si cambiamos a una por otra y la forma de gestionar EITB es la misma, no creo que avancemos”.
Desde EH Bildu, Unai Urruzuno explica que su grupo se ha abstenido no porque apruebe la gestión de Iturbe, sino porque “creemos que lo que importa es el modelo y no las personas que dirigen EITB. Su dimisión no es una necesidad ante la grave situación del ente. Frente a la falta de adhesión a ETB por parte de la ciudadanía hay que abordar un debate sobre sus necesidades, objetivos, programa y funcionamiento”.