barcelona - Catalunya afronta hoy una jornada histórica en la que acometerá el ejercicio más próximo al derecho a decidir que haya abordado jamás. La consulta independentista no será vinculante, es decir, no tendrá efectos jurídicos y no provocará que al día siguiente Catalunya se separe de España si gana el a la secesión. De hecho, el plebiscito se parecerá más a una mera encuesta en la que, además, buena parte del proceso queda en manos de voluntarios y no de la propia Generalitat, pero Artur Mas puede pasar a la historia como el president que ha llevado más lejos su pulso con Madrid y que ha cumplido en la medida de lo posible el compromiso asumido con la ciudadanía. Artur Mas ha hallado una fórmula intermedia que puede satisfacer tanto al Estado como a Catalunya: Madrid no permite que un poder público pregunte sobre la independencia, pero no puede poner objeciones a que una plataforma ciudadana lo haga, de modo que, en lugar de monopolizar desde el Govern la organización de toda la consulta y encargar el proceso a los funcionarios, el president ha delegado la ejecución en los 40.000 voluntarios que se han ofrecido a propiciar la jornada.

Las dos partes pueden salir ganando. Mas no ha llegado a desentenderse del todo y el Govern asegura que mantiene el control de la organización, lo que le confiere una imagen de liderazgo y le sitúa a salvo de las críticas de ERC y de parte de la ciudadanía, que en caso contrario podría haber entendido que recula y que promueve una consulta descafeinada. Por otra parte, como el Govern no ha confiado la ejecución a los funcionarios, el Gobierno español puede tener un argumento al que aferrarse para no llamar a la Policía o sacar los tanques, una estampa que hubiera agradado a los sectores más inflexibles del PP, pero que le hubiera perjudicado internacionalmente, sobre todo si se contrapusiera esa fotografía a la imagen de miles de ciudadanos haciendo cola pacíficamente en los colegios para poder votar.

Además, esa votación puede contribuir a aliviar la tensión en Catalunya. Rajoy podría fiarlo todo a que, una vez ejercido el derecho a voto, aunque no sea en la forma prevista inicialmente por los catalanes sino en un proceso a caballo entre consulta popular y oficial, disminuya la presión sobre Mas para convocar unas elecciones plebiscitarias en las que podría ganar ERC y desbocarse el proceso con una declaración unilateral de independencia. Dando tiempo a Mas, Moncloa tendría margen para hacer lo que no ha hecho hasta ahora: llevar el debate al terreno de la tercera vía, para ofrecer mejoras en la financiación o debatir sobre las 23 medidas fiscales, de infraestructuras y lengua que le propuso el president y que le enviará otra vez mañana por carta. Ese escenario sería más manejable para Rajoy. En algunos ámbitos se ha apuntado que Moncloa alienta el pacto entre CiU y PSC para que Mas complete la legislatura apoyándose en el socialismo y se olvide de ERC y la ruptura.

Pero los catalanes se despertarán hoy sumidos en la incertidumbre porque la votación sigue sin estar garantizada. El Govern está caminando sobre una delgada línea al promover una fórmula de consulta intermedia: los voluntarios ejecutan el proceso, pero las urnas estarán dentro de edificios públicos. La Fiscalía General del Estado instó ayer a la Fiscalía catalana a abrir diligencias de investigación para determinar si ese uso de lugares públicos es delictivo. El organismo catalán mandó a su vez una orden urgente a los Mossos d’Esquadra para que le remitan una lista de los espacios públicos habilitados e, incluso, que se identifique a la persona que ha autorizado la entrada a los voluntarios. También ha pedido a la empresa Unipost que le entregue el contrato del buzoneo y diga quién le dio la lista de destinatarios.

Podría tratarse de un mero trámite que quede en nada, pero hay más cabos sueltos, porque la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, tiene previsto implicarse ofreciendo datos de participación a las 14.00, 19.00 y 22.30 horas. El Govern confirmó ayer que se encargará del recuento de votos. Si la Fiscalía ve delito, acudirá al juez, y el magistrado podría ordenar a los Mossos que retiren las urnas. La ANC ha enviado correos electrónicos instando a presentarse en los colegios a primera hora, de modo que los agentes deberán actuar cuando la zona ya esté muy concurrida. La jornada se presenta muy imprevisible y, si no hay votación, todo apunta a un adelanto electoral. En una entrevista grabada en TV3 antes de la decisión de la Fiscalía, Mas fue rotundo: “No sé qué harán, pero por poco sentido común que tengan, cualquier actuación fuera de lugar sería un ataque a la democracia”.

No obstante, el Periódico de Catalunya revelaba ayer las conversaciones secretas sobre el 9 de noviembre entre el asesor de Rajoy, Pedro Arriola; el líder del Pacto por el Derecho a Decidir, Joan Rigol; y el socialista José Enrique Serrano, mientras en algunos ámbitos se insinuaba que la votación de hoy podría haber sido pactada. Lo que sí puede constatarse es que el presidente español quitó hierro ayer al plebiscito y quiso pasar página, refiriéndose ya al 10-N. En Cáceres, pidió a Mas que “recupere la cordura” mañana para hablar dentro de la ley sobre el bienestar y la “riqueza” de los ciudadanos, lo que podría interpretarse como un guiño sobre la financiación. Dejó ver que la consulta ya no le quita el sueño. “Se le podrá llamar como se quiera, pero ni es referéndum, ni es consulta, ni es nada que se le parezca. No produce efecto alguno”, despachó.

Rajoy se dejó en el tintero que a partir de mañana Mas pretende hablar con él sobre la organización de un referéndum, y tampoco está tan claro que, aun permitiéndose la votación de hoy, vaya a rebajarse la presión sobre el adelanto electoral. El líder de ERC, Oriol Junqueras, aseguró ayer que no se puede perder tiempo. No parece que Mas vaya a contar con su apoyo si decide negociar con el Estado, y su unidad podría resquebrajarse tras el 9-N. “Considerar que las estructuras de Estado las conseguiremos a través de una negociación con el Estado es un insulto a la razón y a nuestra dignidad”, zanjó Junqueras.

pnv y eh bildu se unen Las delegaciones de PNV y EH Bildu que han acudido a Catalunya comparecerán hoy de manera conjunta para mostrar su apoyo y solidaridad. Sin embargo, cada delegación realizará sus propias declaraciones.