MADRID. "Yo no sé lo que falló. Ni siquiera sé si falló algo. Solo sé que no guardo rencor, ni reproches, pero si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y pueda ayudar a encontrar una vacuna o mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy", ha dicho Romero, palabras tras las que ha recibido un sonoro aplauso.

De esta forma se ha pronunciado Romero en su primera comparecencia pública tras vencer el ébola en el hospital Carlos III de Madrid, donde ha leído una declaración emocionada e interrumpida en ocasiones por los aplausos de los profesionales sanitarios que la han atendido durante los 30 días que ha permanecido ingresada.

"Cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, a mi familia, a mi marido, al que adoro; yo me encontraba aislada. No tenía más contacto del exterior que el que tenía con Javier, a través teléfono, y del cariño de los profesionales", de los que Romero ha elogiado su paciencia y amor por ella y por la profesión.

"Con vosotros, los medios de comunicación -ha continuado- se entendió y conoció la enfermedad, que no había importado al mundo occidental hasta que el contagio ha llegado aquí y lo fue a través de mí".