donostia - El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, quiso ayer hacer “propios el sufrimiento y el dolor de todas las víctimas” y quiso hacer llegar su “más sentido pesar y mi solidaridad a todas esas personas”. En la inauguración de las II Jornadas sobre Justicia Transicional que organizó la Diputación, Garitano aseguró que “la falta de empatía con el sufrimiento y el dolor de todas las víctimas ha originado comportamientos a veces crueles y faltos de humanidad. Y esto ha devaluado nuestra dignidad como sociedad y como personas”.

Cuando el debate sobre el suelo ético de la Ponencia de Paz y Convivencia vuelve a estar abierto de par en par, Garitano declaró que “el conflicto ha dividido a nuestra sociedad. La sociedad en general ha sido testigo y víctima de este largo y duro conflicto. Algunos han sido víctimas de la violencia de ETA. Otros han sido víctimas de la violencia impulsada, permitida y financiada por los estados. Durante décadas, cada parte del conflicto solo se ha fijado en los suyos, solo ha tomado en cuenta el sufrimiento de los de su parte. No han querido saber nada de la realidad ni del sufrimiento de los otros. En muchos casos, se ha menospreciado el dolor de los otros”.

En un pronunciamiento similar al que en febrero de 2012 la izquierda abertzale efectuó en el Kursaal donostiarra -Konponbide haizea dabil-, en el que reconoció “el dolor y el sufrimiento que las diversas manifestaciones de la violencia han producido en Euskal Herria” y puso sobre la mesa el concepto de la justicia transicional, Garitano declaró en el Palacio de Aiete que “el daño ha sido inmenso y, por desgracia, en muchos casos irreparable”.

Aún así, el diputado general, que aseveró que “nadie tiene la receta mágica que cure las heridas causadas a lo largo de todos estos años de violencia”, aseguró que las instituciones no pueden quedarse “estancadas. Somos parte de la sociedad y estamos obligadas a ayudar a las víctimas, sin hacer diferenciación de ningún tipo. No hay víctimas de primer y segundo nivel, menos aún clasificadas según los autores de la violencia. Eso sucede”.

Para hacer esta aseveración, Garitano echó mano del informe del relator especial de la ONU Pablo de Greiff sobre “la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición” de los crímenes del franquismo. “Las víctimas de ETA cuentan con el reconocimiento de los estados y Greiff advierte que eso no es así en el caso de las víctimas de la violencia de los estados, que aún no cuentan con el reconocimiento oficial”, aseguró un Garitano que denunció que “los estados niegan sistemáticamente la existencia de torturas”.

En esta línea, invitó a recordar que “la semana pasada el Tribunal de Estrasbugo castigó al Estado español por ignorar las denuncias mismas de torturas. Los derechos de los presos se conculcan de forma sistemática y los estados siguen impulsando juicios políticos. Eso también es verdad y hay que darla a conocer”.

Para que no haya “más abusos”, el jefe del Ejecutivo consideró “fundamental hacer reformas: en las leyes, en el sistema jurídico, en las fuerzas policiales y en las políticas penitenciarias. Porque solo de esta manera, respetando los derechos de todos, avanzaremos hacia la paz y la normalización de la convivencia. Sin olvidar, pero sin detenernos en el camino. Para conseguir una paz duradera”.

Respuestas “Las víctimas, en su sufrimiento, son todas iguales, pero la violencia que origina su victimización, desde luego, no es para nada igual”, matizó la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, al término de su reunión con Pedro Sánchez en Ferraz.

Sin conocer con exactitud las palabras de Garitano, recordó que “toda la empatía que se tenga es poca, porque han sufrido injustamente en sus carnes la violencia terrorista”. Con la vista puesta en el Parlamento y el suelo ético, avanzó que el PSE tiene “muy claros los mínimos éticos sobre los que tiene que funcionar la ponencia. Escucharemos lo que tengan que decir (EH Bildu), pero no daremos ni un solo paso atrás en esas cuestiones”.

Más allá fue el portavoz del PP en las Juntas, Juan Carlos Cano, quien puso el ojo en la “falta de empatía” o “comportamiento crueles” que señaló Garitano, cuando el diputado general “se ha caracterizado por haber recibido a imputados y familiares de presos, por haber colgado carteles a favor de estos en la Diputación o por haber cedido instalaciones forales para que miembros de Herrira pernoctaran, por citar algunos ejemplos”.

A su entender, Garitano “tiene la indecencia de recriminar a los estados sus políticas, pero nada de pedir a ETA arrepentimiento, el reconocimiento del daño causado, el perdón por todos los crímenes que ha cometido ni, desde luego, su disolución y la entrega de las armas”.

Según denunció, “una vez más, Garitano hace uso de toda su desfachatez para dar consejos y lecciones de convivencia, pero lo que prueba es que es inútil esperar su transformación a la democracia”.