BAGDAD. Los ataques de los aviones iraquíes causaron la muerte de 16 personas en zonas residenciales vecinas a la refinería de Biyi, al norte de Bagdad y la mayor del país.

Las víctimas mortales son un matrimonio y sus dos hijos, cuatro hombres, cuatro mujeres y cuatro menores, explicó una fuente médica.

Unos treinta civiles, entre ellos niños y mujeres, resultaron heridos por los bombardeos, que provocaron también grandes destrozos en viviendas.

Tanto el Ejército iraquí como los insurgentes suníes han reivindicado en los últimos días el control de la refinería, donde se libran duros combates.

Por otro lado, aviones de combate sirios atacaron la zona de Al Beash, próxima a la frontera con Siria y a unos 120 kilómetros al noroeste de la ciudad iraquí de Mosul.

El bombardeo, que mató a seis civiles e hirió a otros seis, afectó a la sede de la administración local y dos casas vecinas, según una fuente de seguridad local.

Ayer, unas setenta personas perdieron la vida y 140 sufrieron heridas por ataques aéreos sirios a las zonas de Al Qaem y Al Rotba, ubicadas en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.

El puesto fronterizo de Al Qaem, así como las vecinas poblaciones de Raua y Aana, fueron tomadas en los últimos días por insurgentes suníes, dentro de su ofensiva contra el Gobierno del chií Nuri al Maliki.

La provincia de Al Anbar es feudo del EIIL, que también tiene otro bastión en la provincia siria de Al Raqa e intenta dominar más territorio para formar un emirato islámico entre ambos países.