gasteiz - El Gobierno Vasco no da por totalmente perdidas las posibilidades de que el nuevo rey se salga de la senda de su padre en lo relativo al encaje de Euskadi en el Estado español y abra sus planteamientos hacia posiciones de reconocimiento de la nacionalidad vasca y la plurinacionalidad del Estado. Desde Lehendakaritza apelan a la capacidad de iniciativa del monarca para impulsar en los próximos meses en la arena política mensajes y posiciones de reconocimiento de esta realidad plurinacional y, en su caso, impulsar relaciones entre los grandes actores políticos e institucionales del Estado español.

Las expectativas de que Felipe VI pudiera coadyuvar en este sentido no son muy grandes a la luz del discurso realizado el pasado jueves en su proclamación como rey, en el que despachó la cuestión territorial con un contundente "en la España unida y diversa cabemos todos". Pero el camino está por andar y sobre el terreno de juego español, no solo el vasco o el catalán, ha echado a rodar el debate sobre el modelo de Estado y la cuestión del encaje de Euskadi y Catalunya. En el próximo curso, y con permiso de las dos grandes citas electorales de 2015 -municipales y generales- la cuestión territorial parece abocada a estar presente en las agendas de los principales partidos vascos y españoles.

Es por ello que el Gobierno Vasco se da un margen a la espera de comprobar si el jefe del Estado asume un papel proactivo en el arbitraje de la cuestión territorial o mantiene inamovible el timón conducido durante casi cuatro décadas por su antecesor dinástico. Precisamente, uno de los reproches realizados ayer a Felipe VI desde el Ejecutivo de Gasteiz es que pronunció un discurso "igual al que hubiera podido realizar su padre; no introdujo ninguna novedad".

Un día después de la proclamación de Felipe VI, el Gobierno Vasco realizó ayer una valoración más pausada sobre las señales emitidas por el nuevo rey en su discurso. Y las impresiones apenas difirieron de las realizadas la víspera. Así, el lehendakari, Iñigo Urkullu, señaló ayer, durante el acto de celebración del 25 aniversario del Ararteko, que "en lo que hace referencia al modelo de Estado hoy seguimos como anteayer y eso me preocupa. Ojalá podamos entre todos construir los puentes necesarios para el entendimiento y el acuerdo. Es necesaria una voluntad de cambio para avanzar y convivir, para mejorar y crecer institucionalmente".

En referencia a la proclamación de Felipe VI como nuevo monarca, el jefe del Ejecutivo vasco se mostró prudente y señaló que "ha empezado un nuevo tiempo pero aún no tenemos noticias de cambio. Estamos ante una transformación inevitable". En cualquier caso, el lehendakari, que ya le expresó directamente su deseo de conversar con él durante su breve saludo tras su proclamación, dejó claro que no cejará en el empeño de defender un nuevo estatus para Euskadi, ya que "la comprensión y la asunción de los problemas es la actitud necesaria para encaminar el diálogo hacia el entendimiento y el acuerdo".

El portavoz del Gobierno Vasco fue más contundente en la censura al discurso del monarca que, a su juicio, "reiteró los tópicos más rancios y más férreos" al hablar de "la gran nación española". En declaraciones a Euskadi Irratia, Josu Erkoreka dijo que esperaba "un reconocimiento más ambicioso, que fuera más allá, que hiciera un reconocimiento explícito de la existencia de un debate en el que amplios territorios, por lo menos dos del Estado español, plantean una demanda de reconocimiento de la realidad plurinacional". El portavoz del Ejecutivo destacó, sin embargo, que "nada de esto se ha visto, sino todo lo contrario".

Erkoreka esperaba "un discurso más valiente", haciendo referencia a los muchos debates y demandas que actualmente existen en la sociedad, entre ellos el modelo de Estado. Según él, "decir que el Estado español es plurilingüe es evidente, no tiene mérito. Nos hubiera gustado que el nuevo rey hubiera hecho una declaración nueva y clara al respecto, que hubiera dicho que, además de ser un Estado plural desde el punto de vista lingüístico y cultural, también lo es desde el punto de vista nacional. Eso es lo que no escuchamos" en su proclamación.

El portavoz del Gobierno Vasco reconoció a su vez que el monarca español tiene "un papel limitado por la Constitución", aunque destacó que ese papel "se puede cumplir de muchos modos diferentes" y que el nuevo rey puede propiciar debates y cambios, así como relaciones. "Eso está en sus manos y no todos los reyes tienen por qué ser iguales", sentenció el jeltzale.

CRÍTICAS DEL PP Esta posición fue duramente censurada desde el PP en la CAV, que considera que el lehendakari y su Gobierno persisten "en su discurso antiguo y estancado" frente al rey Felipe VI, al que consideran "renovador, abierto y con altura de miras". La portavoz de los populares, Laura Garrido, denunció que "nuevamente el lehendakari ha utilizado un acto institucional para hacer su discurso partidista" y recordó al jefe del Ejecutivo vasco que su asistencia a este tipo de conmemoraciones -el aniversario del Ararteko- obedece a que "es el lehendakari de todos los vascos y no el que defiende unos intereses partidistas". A su juicio, "ha quedado en evidencia que, frente a la renovación, al discurso abierto y de altura de miras del nuevo rey, Urkullu persiste en un discurso no adecuado ni a los nuevos tiempos ni a los desafíos de futuro" de los vascos.