BILBAO.
En un mensaje de blog para explicar su decisión, la millonaria autora asevera que, aunque la independencia traería oportunidades, también plantea "serios riesgos".
Aunque confiesa no ser "fan del actual Gobierno de Westminster", liderado por el conservador David Cameron, se ha decantado en contra de separarse del Reino Unido tras estudiar los diversos argumentos.
"Mis dudas en aceptar la independencia no tienen que ver con una falta de convicción sobre el extraordinario pueblo de Escocia o sus logros", señala la autora, simpatizante del Partido Laborista.
"La simple realidad es que Escocia está sujeta a las mismas presiones del siglo XXI que el resto del mundo -prosigue-. Debe competir en los mismos mercados globalizados, defenderse de las mismas amenazas y navegar en lo que aún parece una recuperación económica frágil".
"Cuanto más escucho a la campaña a favor del 'sí', más me preocupa su minimización e incluso negación de los riesgos", manifiesta.
J.K. Rowling, que reside en Edimburgo desde hace más de veinte años, asegura que ha tomado su decisión de apoyar la campaña "Mejor Juntos", impulsada por los tres principales partidos británicos (conservadores, liberaldemócratas y laboristas), tras informarse a través de fuentes "independientes e imparciales".
Después de haber consultado la información disponible, ha concluido que, "aunque la independencia puede darnos oportunidades -cualquier cambio trae oportunidades-, también acarrea serios riesgos", razona.
La escritora precisa que ha publicado el mensaje para explicar "en sus propias palabras" por qué apoya la causa del "no".
El posicionamiento de J.K. Rowling, una de las escritoras más exitosas del mundo, supone un revés para la campaña favorable a la independencia, encabezada por el Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Alex Salmond, que gobierna en mayoría en Escocia.
Cuando faltan poco más de tres meses para el referéndum del 18 de septiembre y en plena campaña oficial, los bandos a favor y en contra han intensificado sus argumentos, entre encuestas que reflejan una ventaja del "no".
El 18 de septiembre, los residentes en Escocia mayores de 16 años tendrán la oportunidad de responder a la pregunta: "¿Debería Escocia ser un país independiente?".
Según el plan trazado por Salmond, si sale un voto afirmativo se iniciaría un proceso de transición que culminaría en la proclamación de independencia el 24 de marzo de 2016, tras lo que se celebrarían las primeras elecciones.