Los recortes presupuestarios "han contribuido a crear un calendario de vacunas de mínimos que repercutirá negativamente en la salud de los más pequeños", aseguran algunos médicos, con dos vacunas que están estos días en el ojo del huracán; la del neumococo y la de la varicela. Esta misma semana expertos han denunciado que España sea el único país de la Unión Europea que no protege a sus niños "de forma sistemática, universal y gratuita" contra el neumococo. El caso de la niña muerta en Trebiño también ha reabierto la polémica sobre la necesidad de vacunar de forma temprana contra la varicela. Y es que el mundo idílico y jovial de las guarderías parece haber hecho olvidar la necesidad de la inmunización sistemática. El presidente de la Asociación de Vacunología (AEV), Amos García Rojas, ha advertido de que habrá un repunte "evidente" de enfermedad neumocócica y varicela al haber variado el calendario vacunal de estas dos enfermedades.
Muchos pediatras afirman que en las consultas de los centros de salud "se ha instalado la confusión y la desconfianza entre los padres". El hecho de que algunas vacunas consideradas fundamentales no estén incluidas en el calendario vacunal del Ministerio de Sanidad, y, por lo tanto, no estén financiadas por el sistema de salud; o el fenómeno de que algunas vacunas se contemplen en algunas comunidades y en otras no, provoca desconcierto.
mercado negro La decisión del Ministerio de retirar la vacuna de la varicela ha potenciado el mercado negro y casi el estraperlo en internet y los peregrinajes a Portugal o Andorra en busca de las dosis. El calendario común eliminó la vacunación temprana contra la varicela (a los 15 meses) y convirtió en opcional la del neumococo. A costa del bolsillo de los padres y madres. Tal es así que el Grupo Parlamentario Socialista ha registrado una petición de comparecencia de la ministra de Sanidad, Ana Mato, en el Congreso para que explique por qué se ha bloqueado el acceso a las vacunas de la varicela en las farmacias. Sin embargo en Madrid, Navarra, Ceuta y Melilla, la vacuna temprana de la varicela se sigue poniendo. Los pediatras dicen que les preguntan si deben viajar a Francia, Portugal o Gibraltar a adquirirlas.
Sanidad la retiró de nuestras farmacias el pasado septiembre para evitar la "sobrevacunación", a pesar de ser una de las enfermedades contagiosas más comunes en la infancia y que puede llegar a ser letal. La medida adoptada por el Ministerio ha sido catalogada por los médicos como peligrosa ya que, para muchos expertos, con el paso del tiempo la pérdida de eficacia de la vacuna podrá derivar en mayor vulnerabilidad de adultos. Comparten ese criterio Esther Rebollo, médico de atención primaria, que cree que "la vacunación es segura ya que salva vidas y es mucho menos peligrosa que no estar vacunado", y Juan José Picazo, Jefe del Servicio de Microbiología Clínica del Hospital Clínico San Carlos, quien afirma convencido que "si abandonamos la vacunación, las enfermedades siempre vuelven".
Por ello, el doctor Amos García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, sentencia que "las vacunas salvan tres millones de vidas cada año y son una herramienta esencial para protegerse de enfermedades infecciosas, reducir la mortalidad en niños y adultos, así como aumentar la esperanza de vida".
detractores Aunque los pediatras creen que sin vacunas volverían enfermedades casi olvidadas, existe un potente movimiento de detractores. "En varios países en los que la cobertura vacunal había disminuido, se han producido brotes. Se han dado epidemias de tosferina en Inglaterra, Suecia, Alemania y Japón, de sarampión en Holanda y Alemania o de difteria en Rusia", asegura Carlos González, autor de En defensa de la vacunación. González mantiene que "las mentiras de los antivacunas no son mentiras inocentes; causan sufrimiento y muerte". Refrenda su tesis el pediatra Josep Maria Corominas. En su opinión, "los hijos de las personas que deciden no vacunar a sus pequeños tienen suerte de vivir en un entorno de niños vacunados que les protege de múltiples y graves enfermedades. Personalmente, no entiendo a las personas que se juegan la vida de sus hijos no vacunándoles contra enfermedades potencialmente mortales", subraya.
Estados Unidos ha sido el precursor de este movimiento de escépticos. Casi todos los estados admiten excepciones a la vacunación por razones religiosas o por razones personales. Pero esta corriente es dañina para mucha gente, no solo para los niños, porque al no vacunar a un miembro de la familia se reduce la inmunidad del grupo. Así, se recuerda, que en el caso de enfermedades muy contagiosas como el sarampión una epidemia puede alcanzar al 94% de la población.
no saben qué vacunas tienen Sin embargo, en el Estado español los padres que no inmunizan a sus hijos suponen una cantidad residual. Y es que paralelamente a este fenómeno de rechazo, una encuesta ha revelado esta semana que el 97 % de los padres españoles otorga gran valor a las vacunas infantiles. La tranquilidad de que su hijo esté protegido frente a enfermedades infecciosas se convierte en el principal atributo de las vacunas, según el 83 % de los consultados.
A pesar de que prácticamente la totalidad de los jóvenes (99%) considera que las vacunas han logrado eliminar enfermedades infecciosas prevenibles, el 75% de ellos no considera estar informado sobre las vacunas que tiene que ponerse, y la mitad no saben dónde tiene su cartilla de vacunación, según el trabajo realizado con motivo de la Semana Europea de la Vacunación (SEV) que se acaba de celebrar. Las vacunas más populares son las del tétanos (96%), el sarampión (93%) y la varicela (92%), seguidas por la de la rubéola (89%), la gripe A (84%) y la gripe estacional (con un 83%).