Bilbao. La deserción de víctimas del seno de Covite se está consumando a pasos agigantados. Ayer, 90 miembros del sector crítico abandonaron el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, unas bajas a las que les seguirán otras muchas hasta completar las 200 personas que darán este paso por su desacuerdo con la gestión de la presidenta, Consuelo Ordóñez. Respecto al futuro inmediato de estos descontentos, su portavoz Jorge Mota explicó ayer que han descartado la posibilidad de crear una nueva marca y que se integrarán en un colectivo de víctimas ya existente. Pese a que no quiso adelantar de qué agrupación se trata, diversas fuentes consultadas por este diario apuntan a la AVT como la opción más probable.

Mota afirmó a Europa Press que esta primera tanda de bajas está formada por "la gente que teníamos cercana, que abandonó el sábado la asamblea y que luego se reunió en una comida. Luego quedan otros que no se han podido desplazar y a vuelta de Correos nos están pasando sus firmas originales para formalizar la baja". Covite envió ayer un comunicado en el que aseguró que se registraron 97 peticiones de baja, de las que siete no eran válidas por diversos motivos, como que se trataba de víctimas no asociadas o que ya habían anunciado su abandono voluntario con anterioridad. Hasta ayer, la asociación estaba formada por 670 miembros.

En declaraciones a ETB, Jorge Mota incidió en los motivos que han llevado a este grupo a tomar esta decisión. Así, explicó que los estatutos dicen que, para pertenecer a Covite, "es necesario tener la condición de víctima del terrorismo", lo que, según su parecer, no se cumple con muchos amenazados que integran ahora mismo sus filas. Agregó que "Covite debe ser totalmente apolítico y en estos últimos tiempos se estaba politizando. No concebimos que la presidenta, Consuelo Ordóñez, vaya solicitando el voto para un determinado partido". Mota afirmó además que la asociación a la que se van a unir "lucha por y para las víctimas sin perder el espíritu con el que se creó". Los críticos contarán con una nueva sede en Donostia que puede ser presentada a finales de febrero.

En su comunicado, Covite emplazó a este sector a "respetar el intenso trabajo que esta asociación viene realizando a favor de la dignidad, la memoria y la justicia de los damnificados por el terrorismo". Recordó la existencia de un pleito impulsado por "algunos de quienes hoy abandonan Covite", del que "el día 24 desistieron expresamente porque sus argumentos carecían de fundamentación jurídica", y subrayó que, con la modificación de los estatutos llevada a cabo el sábado, "no podrán ser directivos de Covite cargos electos de formaciones políticas".