Vitoria. Goizane Pinedo y Unai Ruiz, miembros de la organización juvenil ilegalizada Segi, que se encontraban en busca y captura desde octubre, fueron detenidos ayer en Vitoria por la Ertzaintza tras reaparecer encadenados al balcón de una pensión. Los dos jóvenes, que no se presentaron el pasado 14 de octubre al inicio del juicio contra 40 miembros de Segi por negar la legitimidad del tribunal para juzgarles, fueron conducidos a la cárcel de Zaballa, desde la que serán trasladados a la Audiencia Nacional para ser juzgados.

Su detención se produjo en medio de momentos de tensión, ya que alrededor de un millar de personas se congregaron en las inmediaciones del edificio donde reaparecieron para apoyarles y gritar consignas contra el Gobierno, la Ertzaintza, la Audiencia Nacional o el PNV.

Acto coordinado Los dos jóvenes ya habían anunciado mediante un vídeo que iban a poner fin ayer a su acto de "desobediencia" y que iban a reaparecer en Vitoria con motivo de una movilización que se celebraba para recordar a Ekaitz Samaniego, integrante de Segi detenido hace dos años y que fue uno de los primeros en esperar a su detención protegido por una barrera humana de simpatizantes.

Los dos huidos no tomaron parte en la marcha, pero al término de ésta uno de los convocantes se dirigió con un micrófono a los asistentes para comunicarles que Pinedo y Ruiz estaban en las inmediaciones de la calle Paz. En ese momento, muchos de los asistentes -y la mayor parte del dispositivo policial desplegado- acudieron corriendo a buscar a los dos miembros de Segi huidos, que aparecieron en el balcón de una pensión, donde se encadenaron y desplegaron una pancarta en la que se leía Aski da (basta ya). Ni una más.

Cientos de jóvenes se agolparon en la calle para animarles al grito de Gazteak gara. Ez terroristak (Somos jóvenes. No terroristas), Herriak ez du barkatuko (El pueblo no perdonará) o Goizane, Pau, herria zuekin (Goizane, Pau, el pueblo está con vosotros).

Asimismo, los congregados en apoyo de los jóvenes de Segi profirieron insultos contra los ertzainas, que cortaron la calle y acabaron desencadenando y arrestando a los dos jóvenes.