madrid. Los alumnos españoles de Secundaria Obligatoria (ESO) cursan cada año una media de 194 horas más que los finlandeses, pero éstos alcanzan sistemáticamente los primeros puestos del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), con una distancia sobre aquellos de entre 55 y 66 puntos en 2009. La asistencia a clase de los estudiantes españoles -1.050 horas anuales- supera también las medias de la UE (881) y de la OCDE (907), según datos de 2011.
A pesar de ello, los resultados de los alumnos de 15 años de nuestro país en PISA están también por debajo del promedio de la OCDE en comprensión lectora y las competencias matemática y científica. Entonces, ¿dónde está el problema? En vísperas de conocer los resultados de PISA 2012 (3 de diciembre), el analista principal del programa, Pablo Zoido, da una pista: "No es solamente un asunto de número de horas de clase, de cantidad, sino también de calidad", según explicó, para luego citar como criterios si los alumnos están aprendiendo a aprender o están simplemente acumulando conceptos, o a la calidad del profesorado, -si tiene el apoyo que necesita, la libertad y la capacidad para mejorar-. Por último, se pregunta Zoido si los padres se involucran de forma activa y positiva para reforzar en casa el trabajo escolar. "España tiene un sistema sólido (...), pero está muy lejos -constata- de los sistemas con mejor calidad".
Respecto a ello, la OCDE matiza que "se puede concluir que aumentar el tiempo en clase es positivo para el éxito de estudiantes, pero se carece de estudios rigurosos que se centren en los costes y beneficios de este tipo de intervención".