BILBAO. Un total de 4.746 mujeres (575 en Alava, 2.537 en Bizkaia y 1.634 en Gipuzkoa) reciben protección de la Ertzaintza, en cualquiera de sus diferentes grados, para hacer frente a situaciones de violencia de género o doméstica, según ha informado el Departamento de seguridad con datos de noviembre de este año.
Seguridad ha precisado que es una cifra que va variando con el tiempo pero que, sin embargo, lo ha hecho al alza a lo largo de los años.
Las medidas de protección que presta la Ertzaintza, que varían en función del riesgo y de las circunstancias concretas de cada víctima, pueden ir desde la formación en medidas de autoprotección hasta el establecimiento de un sistema de seguridad para la víctima mediante escolta personal.
La Ertzaintza ha explicado que dispone de un elaborado sistema de trabajo, sustentado en una estructura que abarca al conjunto de las unidades de seguridad ciudadana, para proteger a las víctimas, destacando entre sus diversas iniciativas la puesta en marcha de un sistema de evaluación de riesgos, desarrollado conjuntamente con la Universidad del País Vasco, pionero en la Unión Europea.
PROCEDIMIENTOS DE ACTUACION
Desde el año 2002, la Ertzaintza tiene reglados sus procedimientos de actuación para prevenir y hacer frente al maltrato hacia las mujeres. A partir de ese año, un conjunto de siete instrucciones internas de la Viceconsejería de Seguridad sirvieron para reorganizar el protocolo de actuación y crear una herramienta específica para abordar esta problemática "desde su raíz".
Según ha explicado Seguridad, el objetivo de la Ertzaintza es poner todos los medios necesarios, "especialmente a priori", para garantizar la seguridad del 100% de las víctimas frente a los hipotéticos agresores, en lugar de actuar solamente cuando la agresión ya se ha consumado.
El Gobierno vasco ha subrayado que, a la hora de actuar, la Ertzaintza no diferencia la violencia de género del maltrato doméstico. El tratamiento de ambos grupos de víctimas se realiza de manera similar en función del nivel de riesgo asociado individualmente a cada víctima.
Para realizar su labor de protección, la Ertzaintza extiende la responsabilidad al conjunto de la organización, en lugar de crear unidades especiales. En concreto, se opta por un sistema que implica a cada profesional a través de normas de actuación, responsabilidades en cada fase y procedimientos estandarizados.
La primera atención de urgencia y las labores básicas de prevención involucran a los servicios ordinarios de seguridad ciudadana, mientras que, en una segunda fase, la atención permanente y personalizada, la ratificación de la valoración de riesgo y las consiguientes medidas de protección se confían a órganos específicos que se encuentran en todas las comisarías. La valoración de los posibles riesgos es continua.
Seguridad ha explicado que cada vez que una posible víctima es detectada por la Ertzaintza, se procede a su registro informático en un Expediente de Violencia Doméstica/Violencia de Género.
Desde ese momento, con independencia del nivel de riesgo asociado a la víctima, e incluso, de la posible resolución judicial del caso, la Ertzaintza pasa a prestar protección activa a la víctima.
El Gobierno vasco ha indicado que cada Expediente VD/VG aglutina cronológicamente todo el historial de un caso, ordenado por núcleos familiares. La apertura del expediente se produce en el mismo momento en que la Ertzaintza tiene conocimiento de un incidente.
En ese mismo instante se inician también las labores de protección, con independencia del nivel de riesgo asociado a la víctima, dado que siempre hay riesgo, aun cuando sea básico. El expediente permanecerá abierto, independientemente de la resolución judicial, hasta que se den los requisitos establecidos para su cierre, recogidos en una de las siete instrucciones internas.
A cada expediente se le asigna un equipo instructor, compuesto por instructor y secretario, pertenecientes al grupo de agentes encargados del seguimiento y tratamiento de los casos VD/VG en cada comisaria. El expediente irá recogiendo toda la información de la que se tenga conocimiento a través de diferentes vías.
Seguridad ha manifestado que uno de los cometidos que se realiza inicialmente es una primera valoración del riesgo potencial para cada persona víctima.
De cara a ofrecer una protección más eficaz a las víctimas, la Ertzaintza solicitó en 2006 la colaboración de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) para diseñar una herramienta técnica capaz de determinar los indicadores de riesgo. El objetivo era calcular con rigor el nivel de riesgo asociado a cada víctima y, en base a ello, adoptar las medidas policiales más adecuadas.
El catedrático de psicología clínica Enrique Echeburúa y su equipo trabajaron conjuntamente con la Ertzaintza analizando un total de 1.081 casos. Del resultado de este análisis surgió, en 2007, una herramienta de trabajo que es la Escala de predicción de riesgo de violencia grave contra la pareja, que la Ertzaintza incorporó a sus expedientes.
La escala consta de 20 ítems, seleccionados a partir de su mayor capacidad discriminante de violencia grave, que hacen referencia a apartados de información relacionados con el perfil del posible agresor, la vulnerabilidad de la víctima, la situación de la relación de pareja y el posible tipo de violencia acaecido.
Durante estos últimos años se ha seguido trabajando con la UPV/EHU con el objetivo de "afinar" la capacidad de predicción de esta herramienta. Tras la última revisión de mayo de 2013, se ha establecido una nueva versión de la escala de predicción de riesgo, en la que mantienen los mismos 20 ítems, pero con alguna modificación en su perduración temporal.
Según ha destacado el Gobierno vasco, la fiabilidad de esta herramienta de valoración de riesgo ha hecho que otras instituciones públicas, como el Cuerpo de Médicos Forenses, que prestan servicio en las Unidades de Valoración Forense Integral (UVFI) de los Institutos de Medicina Legal, la hayan adoptado para la emisión de los informes que facilitan a los órganos judiciales.
Una vez realizada la valoración, se asigna a la situación de la víctima un nivel de riesgo. Actualmente la Ertzaintza tiene establecidos cuatro niveles para medir la probabilidad de que la víctima pueda sufrir nuevos incidentes violentos: (Básico: Baja probabilidad; Moderado: Alguna probabilidad; Alto: Alta probabilidad;Especial: Muy alta probabilidad).
Seguridad ha señalado que la realización de sucesivas valoraciones de riesgo sobre cada caso permite ir adaptando de manera dinámica las medidas de protección necesarias a las circunstancias en cada momento.