LEÓN. Los vecinos de esta comarca leonesa son conscientes de que no volverán a ver a los seis mineros fallecidos ayer en un pozo de la Hullera Vasco Leonesa, ubicado en Llombera de Gordón, en la Cordillera Cantábrica, con los que se cruzaban con frecuencia, si es que no eran amigos o allegados.

Todos los fallecidos eran jóvenes, el mayor solo tenía 45 años, ha lamentado una vecina entre la desolación que reinaba en Pola de Gordón, localidad donde a mediodía de hoy se ha celebrado una concentración en la plaza del Ayuntamiento, que se ha quedado pequeña para acoger a tanta gente. La plaza estaba abarrotada.

Cargados de dolor y tristeza, los vecinos de Pola de Gordón, al que pertenece Llombera, donde estaba ubicada la mina en la que se produjo el accidente, han salido a la calle para participar en una concentración multitudinaria, pero sobre todo silenciosa, en la que únicamente se oyó una voz, un grito desgarrado de una mujer, que lanzó un "Viva los mineros".

El alcalde de Pola de Gordón, Francisco Castañón, conocía a la mayoría de los fallecidos, con algunos tomaba café en el bar que regenta, situado en este municipio de unos 1.500 habitantes.

Visiblemente conmocionado, ha explicado cómo en esta comarca hoy se "han dado cuenta de que lo que ocurrió es verdad y de que los que faltan no regresarán. Es muy duro porque son seis amigos que no van a volver", ha lamentado.

"Trabajar a 600 metros bajo tierra es complicado, pero lo será aún más cuando acabas de perder a seis compañeros, que han perecido", ha descrito el alcalde. Ser minero "es darlo todo por sacar el carbón debajo de la tierra", pero lo de ayer no tiene palabras.

En la concentración de hoy los asistentes no portaban pancartas, pero sí se dejaba ver alguna que otra colgada en los balcones de la plaza y que usaron los mineros en movilizaciones pasadas en defensa del carbón. Una de ellas decía: "una solución ya".

El frío en este pueblo, a los pies de la Cordillera Cantábrica, no es una novedad, pero hoy la temperatura parecía aún más baja al ver los rostros tristes, aunque serenos, de los concentrados.

Seis minutos de silencio, uno por Manuel, otro por Antonio, por Roberto, Orlando, Carlos y José Luis, fueron los que se guardaron en esta movilización que no ha sido la única que se ha celebrado en la provincia leonesa, donde también se ha expresado la solidaridad con las víctimas en León capital, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo.

Sin embargo, el epicentro de dolor está sin duda en la zona donde está la mina.

Volviendo a Pola de Gordón, en este lugar la población parece hoy haberse multiplicado. "Seguro que es por la concentración", ha comentado Belinda Caballero, que regenta un restaurante en este pueblo, un establecimiento en el que hoy y ayer no se habla de otra cosa.

"La verdad es que estamos rotos. Lo vamos llevando poco a poco, pero aquí lo único que escuchas hoy es el dolor que tiene la gente y también un poco la sensación de que hay cosas que igual hubieran podido evitarse", ha explicado.

Uno de los mineros fallecidos era cliente del bar, así como el suegro de otro de los que han perecido, procedente de Asturias. Y claro cuando les conoces y te toca tan de cerca que la tragedia te afecta aún más.

El accidente se produjo en una mina de la Hullera Vasco Leonesa, una empresa muy vinculada a la zona. De momento, nada se sabe de las causas del accidente y ni siquiera se puede entrar en la mina, porque "el gas sigue saliendo", ha dicho el secretario del Comité de Empresa de esa sociedad, José Antonio Colinas.