MADRID. El pasado julio el Ministerio de Sanidad unificó el criterio sobre mamografías con las comunidades autónomas y acordaron hacerlas, tal y como recomiendan las normativas europeas, a todas las mujeres entre los 50 y los 69 años, con una revisión cada dos años, una edad que Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Navarra y Valencia adelantan a los 45 años.

Cuanto más temprano se detecte el tumor, mejores son las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito. El objetivo es detectar los cánceres antes de que generen síntomas, aseguran expertos y oncólogos.

En España, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres, con cerca de 22.000 nuevos casos y más de 6.000 muertes al año (6.314 en 2011, último ejercicio del que existen datos oficiales).

Del total de fallecidas, 821 tenían menos de 50 años y, de ellas, 475 menos de 45, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde hace varios años los expertos debaten la conveniencia de adelantar las pruebas de prevención dado el incremento de mujeres jóvenes a las que se les detecta esta enfermedad.

No obstante, y a pesar de estos datos, la mortalidad por cáncer de mama decrece progresivamente en España gracias a las campañas de cribado y, sobre todo, al tratamiento médico, se recuerda desde el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).

Desde foros como la Sociedad Americana Contra el Cáncer o la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se insiste en que la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia del cáncer de mama, sigue siendo la piedra angular de la lucha contra este tumor.

La Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda hacerse una mamografía anual a partir de los 40 años, una prueba que se hace a mujeres asintomáticas, ya que las que presentan algún bulto o modificación en la mama deben acudir al especialista lo antes posible.

Ya entre los 20 y los 39 años esta asociación ve conveniente someterse a un examen clínico al menos cada 3 años.

Además, aquellas mujeres que tienen un alto riesgo de cáncer de mama deben realizarse una resonancia magnética, además de su mamografía anual y pruebas complementarias, a partir de los 25 años, algo en lo que coinciden expertos y oncólogos.

El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Juan Jesús Cruz, recomienda, en declaraciones a Efe, que las mujeres se hagan una mamografía a partir de los 45 años porque, asegura, "no es lo mismo quitar un tumor de medio centímetro que de un centímetro, o que esté o no afectada la axila".

Se trata de la calidad de vida de la paciente, dice este experto que, no obstante, lanza un mensaje tranquilizador y asegura que actualmente "se curan tanto los de medio centímetro como los de un centímetro".

No es tanto una cuestión de supervivencia como calidad de vida. Cuanto más pequeño es el tumor localizado "muchísimo mejor será la calidad de vida de la paciente", insiste.

Para Maite Cerrajería, de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), la importancia no radica tanto en adelantar el inicio de las mamografías sino en conseguir aumentar la participación en los programas de cribado de las mujeres de entre 50 y 69 años, ya que cerca de un 20 por ciento no acude a las citadas pruebas, un porcentaje similar al europeo.

Las actuales campañas de prevención del cáncer de mama tienen "resultados muy positivos y una fiabilidad excelente", ha dicho en declaraciones a Efe.

Los expertos también debaten sobre la conveniencia de ampliar las mamografías más allá de los 70 años, en un momento en el que la esperanza de vida cada vez es mayor y que, en el caso de España, se sitúa en 85 años.

Los expertos explican que los tumores que aparecen a partir de los 70 años suelen ser menos agresivos, por lo que a partir de esa edad no está demostrado que el cribado poblacional incremente su supervivencia, se explica desde la Sociedad Española de Diagnóstico por la Imagen en Mama (SEDIM).

A partir de los 70 años, el número de muertas por cáncer de mama fue, en 2011, de 3.465, y, de ellas, 533 tenían entre 70 y 75 años.

Todas las mujeres constituyen un colectivo especial de riesgo ante esta patología y, por ello, los expertos insisten en la importancia que tiene un diagnóstico temprano.

El diagnóstico precoz constituye en la actualidad la mejor arma para reducir la mortalidad y, hasta el momento, la mamografía sigue siendo la única técnica que ha facilitado el diagnóstico de un mayor número de tumores pequeños y de bajo grado, lo que se ha traducido en un descenso del número de muertes.