vitoria. El diputado general de Álava, Javier de Andrés, transformó ayer el balance de lo acontecido en el último ejercicio en un alegato a favor del acuerdo. Pero todo tiene un precio. El PP, de momento, esconde los ceros que tendrá participar en el pacto fiscal que PNV y PSE llevarán mañana al pleno monográfico del Parlamento Vasco, aunque el debate de política general que acogieron las Juntas Generales sirvió para despejar algunas dudas. "Nosotros queremos influir en su propuesta fiscal; somos conscientes de que no podemos decidir", señaló De Andrés en un discurso modulado en la última semana al que los jeltzales tendieron la mano.
Sin apurar el tiempo de intervención en su exposición matinal, el dirigente popular fue de menos a más en una intervención trabada e inconexa -solo en los primeros diez minutos el diputado general intentó evitar nuevos tropiezos con tres sorbos de agua- que llegó a su punto álgido en una referencia improvisada a jeltzales y socialistas -no figuraba en el discurso oficial que la Diputación colgó en su web- para criticar la falta de iniciativas previstas para Álava en el pacto a dos.
La demanda de "inversiones estratégicas" que, en opinión del dirigente popular, tanto los gabinetes de Patxi López como de Iñigo Urkullu "ignoraron" para este territorio deben ser corregidas con el fin de que el acuerdo de país firmado hace dos semanas en Lehendakaritza sume el tercer socio, lo que permitiría desbloquear esta iniciativa en los parlamentos territoriales de Álava y Gipuzkoa.
La otra vía pasa por la incorporación de EH Bildu, un camino cerrado tras la negativa que los aforados de la coalición soberanista trasladaron a sus interlocutores en la Cámara vasca. El portavoz de esta formación en las Juntas alavesas, Gorka Ortiz de Guinea, dejó la puerta abierta a la aprobación de algunas de las materias que recoge la propuesta, pero solo las que se correspondan con las medidas impuestas en Gipuzkoa por este mismo partido. El futuro del resto dependerá de la postura que adopte el PP tras su negociación con jeltzales y socialistas, aunque desde estas formaciones se ha reiterado que impedirán la incorporación de cualquier medida que "desnaturalice" el acuerdo vigente.
De Andrés optó por pasar de puntillas ante el aumento de la tasa de desempleo que ha padecido Álava en el último año -se limitó a citar el 14% de desempleados que supera el territorio- y centró su primera alocución en una batería de datos sobre los servicios prestados por las instancias forales y las reivindicaciones al Gobierno Vasco.
En esta línea enmarcó su defensa de la foralidad y las demandas que trasladará al Ejecutivo y al resto de entidades forales en el Consejo Vasco de Finanzas que se celebrará a mediados de octubre. "La voz de Álava se va a oír", exclamó De Andrés, quien excluyó una posible entente fiscal de su férreo rechazo a que el Concierto Económico pueda verse alterado.
El diputado general llevará hasta el cónclave económico que reúne a diputaciones y Gobierno Vasco un nuevo modelo de Ley de Aportaciones que busca mejorar el trato para el territorio alavés; un ajuste que subsane el "desequilibrio económico" que supone, según De Andrés, que un territorio cuya población representa el 14,71% de la ciudadanía vasca y su PIB el 16,16% se vea obligado a pagar un 16,61% a las arcas autonómicas. Sin descubrir hasta qué punto quiere alterar este reparto, el dirigente popular destacó que llevará "una fórmula concreta" al Consejo.
En el debate, los portavoces de PNV y PSE reiteraron al dirigente popular el llamamiento que sus cabezas de filas han manifestado desde que se anunciara el acuerdo fiscal. La socialistas Cristina González advirtió a De Andrés del "aislamiento político aún mayor" que padecerá si se aleja de esta entente, mientras que Ramiro González tendió la mano al jefe del Ejecutivo foral hasta el punto de asegurarle en nombre del PNV que "alguna" de las normas que el diputado general expuso en su particular fórmula fiscal presentada en el museo Artium podría "negociarse e incorporarse" al acuerdo.
Así las cosas, el camino desbrozado en parte ayer desembocará mañana en el pleno de la Cámara vasca que girará en torno a la fiscalidad, una nueva oportunidad de acercamiento entre los firmantes del pacto y el PP para limar diferencias.
Los populares esperan un gesto que les permita entrar en una alianza a tres sin que parezcan meros convidados de piedra que asumen de forma íntegra el trabajo precocinado por socialistas y jeltzales. Aún así, los mensajes que mantienen abiertas las puertas al entendimiento se suceden y si De Andrés mostraba su disposición a la negociación, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, insistía en una entrevista radiofónica en que pese a no estar "loco por entrar" en el pacto, su partido tiene "la mano tendida" a "corregirlo y mejorarlo" para forma parte de él.