No eran lo que se dice amigos. Más bien, lo contrario. Pero han iniciado el curso compartiendo pupitre. PNV y PSE han suscrito esta misma semana un pacto para reanimar el país, pasando de página en el calendario de los desencuentros. Cabe preguntarse cuáles han sido sus motivaciones, si la ciudadanía entenderá su cambio de rumbo o qué similitudes tiene esta alianza con otras entre partidos rivales. Un sociólogo y un analista político ofrecen respuestas.
Jon Leonardo > sociólogo
"La necesidad es evidente y manifiesta por ambas partes"
Los líderes de PNV y PSE se estrecharon el pasado lunes las manos, a juicio del sociólogo Jon Leonardo, por mera necesidad. "En el caso del PNV, porque se trata de un Gobierno en minoría y no puede permitirse el lujo de seguir prorrogando los presupuestos. Por su parte, el PSE necesita tener cierto poder institucional y, de alguna forma, ser eje vertebrador de la política vasca, porque ha perdido su grado de centralidad a raíz de las últimas elecciones. La necesidad es evidente y manifiesta por ambas partes", dice.
Sean cuales fueren las razones que han impulsado el acuerdo, Leonardo considera "muy sensato" su contenido. "Encima de la mesa se ha puesto un planteamiento de responsabilidad de país, que yo creo que la gente agradece sinceramente, con todos los problemas que pueda conllevar. La sociedad exige a los políticos que se pongan de acuerdo y pacten en cuestiones de fondo", defiende, convencido de que el pacto habrá sido bien recibido.
Por más que en plena batalla dialéctica los políticos parezcan a veces enemigos irreconciliables, el sociólogo considera que no hay "modelos sustancialmente distintos" entre unas formaciones y otras. De hecho, las "discrepancias" por las que el PP y Bildu no se han sumado al pacto, "más allá del protagonismo político de cada partido, son cuestiones de detalle, que si subo el IRPF un punto, que si hago una desgravación fiscal. No es como antiguamente, cuando apostar por un partido suponía un modelo concreto y apostar por otro un modelo totalmente distinto", argumenta.
Centrado el foco en las últimas rencillas entre el PNV y el PSE, Leonardo sostiene que "el tirarse los trastos a la cabeza en el tiempo pasado ha sido más por cuestiones de forma -como el pacto entre el PSE y el PP desbancando al partido más votado, que fue el PNV- que de fondo". Otra cosa, añade, es "cuál es el territorio que quiere marcar cada partido para garantizarse el electorado en las próximas elecciones. Ahí sí hay rivalidades".
Aunque haya quien tache la entente entre jeltzales y socialistas de "matrimonio de conveniencia", Leonardo considera lícita la unión. "Pactar para garantizar un ejercicio razonable del poder político me parece tan legítimo como lo contrario", asegura y marca las distancias con anteriores alianzas entre partidos enfrentados. "El pacto entre PP y PSE tenía una especie de pecado original en la medida en que desvirtuó el sentido del voto que la Comunidad Autónoma Vasca se había dado. Es verdad que se podía hacer, que era legal, pero había un claro triunfador y la gente interpretó que no se estaba respetando el resultado", comenta Leonardo.
El pacto alcanzado entre Bildu y el PSE para aprobar las cuentas forales de Gipuzkoa también es, a juicio del sociólogo, "absolutamente razonable", aunque ahora tengan sus más y sus menos. "Hay una serie de discrepancias entre lo que el Partido Socialista pacta con el PNV y lo que ha pactado con Bildu, que le está recordando: oye, lo que dices con el PNV no es lo mismo que dices con nosotros en Gipuzkoa. Pero son cuestiones técnicas, de matices", puntualiza y aboga por la "armonización fiscal" porque "no puede ser que cada territorio sea un reino de taifa".
Iñigo Landa > analista político
"Hay que arrimar el hombro para superar esta situación"
La travesía de 2013, "un año negro desde el punto de vista de la crisis económica", la han "recorrido solos el lehendakari Urkullu y el PNV", contextualiza el analista político Iñigo Landa. Aunque 2014, dice, "parece un poco más esperanzador, es mejor hacerlo en compañía y en complicidad de otras fuerzas políticas que no en solitario". De ahí el pacto rubricado con el PSE. "Tiene que pasar ese tiempo de confrontación, hay que arrimar el hombro entre todos y buscar acuerdos para superar esta situación", afirma.
Puestos a especular con otros posibles compañeros de viaje, Landa señala que "si pulsas la opinión de la calle o por lo menos el entorno político por el que yo me muevo, el anhelo es la unión de fuerzas aber-tzales. Yo sí percibo que la gente habría querido un pacto entre PNV y Bildu, lo que ocurre es que Bildu está cerrado en banda. Estos sí que no andan buscando soluciones para salir de esta situación, sino que se mueven más en parámetros de interés político y, entonces, al lehendakari ni agua".
Otra porción del quesito de la ciudadanía vasca se decanta por los socialistas. "Hay otro sector bastante importante que lo analiza desde el punto de vista de salir de la crisis y buscar soluciones reales, más que políticas o ideológicas, y ahí es cuando sí se percibe ese apoyo a pactos que ha habido históricos con el Partido Socialista desde la época de Ardanza", rememora.
Pese a que el objetivo del acuerdo pueda ser compartido, no todos asumen de buen grado la compañía. "Mucha gente no lo entiende porque han sido quince años de confrontación, de echarse los trastos a la cabeza. Los militantes tienen que hacer un esfuerzo y pensar que es un pacto coyuntural que sirve para salir de esta situación. Hay gente que lo comprende, gente que lo critica abiertamente y otra que lo apoya. A las bases se les pide siempre comprensión en estos casos y creo que la información ha sido fluida, se ha dicho por qué, con quién, cuándo y hasta cuándo", expone.
Más ampollas levantó, sin duda, el pacto sellado entre populares y socialistas la pasada legislatura. "Ese Gobierno no representaba al conjunto de la sociedad, puesto que había una fuerza política muy importante que no se pudo presentar. Ese pacto antinatura tuvo menos acuerdo entre sus bases porque, al ser partidos con implantación estatal, no entendían que en Madrid estuviesen a la gresca y aquí, como dijo Basagoiti, fueran amantes. Era poner Euskal Telebista y ver los abrazos, y poner Televisión Española y ver las descalificaciones y acusaciones mutuas", contrapone este analista político.
Tampoco se escapa a la lupa de este experto el posicionamiento de la izquierda abertzale. "La crítica fundamental que está haciendo Bildu al pacto que han firmado el PNV y el Partido Socialista carece de sentido porque está criticando en Vitoria lo que le da la gobernabilidad tanto en Donostia como en Gipuzkoa. Lo de Bildu es una crítica política pura y dura, es decir, una estrategia política", zanja.