vitoria. La Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento Vasco, creada para contribuir a la consolidación del final del terrorismo en Euskadi a través del diálogo, se juega estos días su futuro a la espera de que los partidos aclaren posiciones. PNV y EH Bildu mantienen su apuesta por este foro mientras que es conocida la negativa de PP y UPyD a participar en el mismo. La incógnita ahora mismo es el PSE. El pasado martes, su líder, Patxi López, anunció que los socialistas no volverán a este órgano parlamentario si la coalición soberanista no acepta en su totalidad el denominado suelo ético. Solo 24 horas más tarde, la formación de López daba marcha atrás y reconocía que ha pedido el aplazamiento de la ponencia hasta octubre para comprobar si la coalición que lidera Laura Mintegi cumple con los requisitos de los socialistas.
Fuentes socialistas negaron ayer cambios de calado en su postura: aseguran que se trata de dar a EH Bildu una "última oportunidad" para aceptar todos los puntos de la declaración que sirve de base para la ponencia, incluido el concepto de que la memoria es una herramienta para la deslegitimación ética, social y política del "terrorismo", que, como es conocido, EH Bildu no comparte.
Fue el propio portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, quien desveló ayer -un día después de la contundente declaración de López sobre su descuelgue de la ponencia- que su formación ha pedido al PNV el aplazamiento de la nueva convocatoria de este foro, prevista en principio para el día 13. En declaraciones a Efe, Pastor aclaró que el objetivo es comprobar si EH Bildu introduce en las alegaciones que presentará al Plan de Paz del lehendakari, Iñigo Urkullu -cuyo plazo de entrega de aportaciones termina el día 20-, reflexiones que vayan en la línea de lo que exigen los socialistas para continuar en la ponencia.
postura errática La convocatoria de la ponencia está por tanto en el aire, aunque el PNV mantenía a día de ayer que la fecha sigue fijada para el día 13. No obstante, no hay nada cerrado. La parlamentaria de EH Bildu Belén Arrondo reconocía que la fecha "no es el problema" y que se podría postergar "siempre que sea para bien". Pero las formas con las que ha procedido el PSE han enrarecido el ambiente. Para sorpresa del PNV, López dio el martes un portazo a la ponencia cuando el día anterior su formación había trasladado la petición de aplazamiento a los jeltzales, que en principio habían sido receptivos a la sugerencia.
A la espera de que el PSE aclare qué es lo que quiere en realidad y realice una petición formal para el retraso de la ponencia unas semanas, el PNV se muestra dispuesto a estudiar la solicitud, siempre teniendo en cuenta -en la línea de lo afirmado por la parlamentaria Belén Arrondo- que merece la pena esperar si el objetivo es que la ponencia siga integrando a las actuales tres formaciones.
La coalición abertzale también incidió en esta postura errática del PSE. De hecho, Arrondo reprochó a los socialistas que hayan dado "marcha atrás" en aquello que más de una vez han defendido, y que están utilizando "excusas" para descolgarse de la ponencia. En un tono más crítico, la portavoz de Sortu, Amaia Izko, acusó al PSE de hacer exigencias sobre el suelo ético como "cortina de humo" para justificar un alineamiento con la política del PP. En una convocatoria para analizar las últimas informaciones referidas a la política penitenciaria, Izko aseguró que PP y PSOE propugnan un "discurso y práctica de guerra", porque están "temerosos de la paz". Advirtió asimismo de que la ciudadanía vasca "no puede esperar del Estado español ninguna aportación positiva para la resolución del conflicto".
El acuerdo, "objetivo final" No es la primera vez que el PSE pide el aplazamiento de este foro del que forma parte desde su constitución. Ya lo hizo en julio, siempre con la misma excusa, el posicionamiento de EH Bildu. Y es que para el PSE la aceptación del suelo ético debe ser el punto de partida de los debates, mientras que PNV y EH Bildu consideran que es un instrumento de trabajo sobre el que seguir debatiendo para buscar un acuerdo entre todos los partidos.
Así lo reconoció en cierta medida el lehendakari, Iñigo Urkullu, durante una entrevista concedida ayer a Onda Vasca, donde aclaró que en una "materia tan sensible" como la paz "el acuerdo no es una premisa de inicio", sino que "tiene que ser el objetivo final". "Pero para llegar hay que trabajarlo", incidió.
No obstante, volvió a apelar a la responsabilidad de PSE y PP en este sentido, formaciones a las que aseguró que no deberían tener "ninguna duda de que la ponencia está trabajando sobre el suelo ético", del que no se va a modificar "ni una coma", según precisó.
En un claro emplazamiento a Patxi López para que dé marcha atrás en su posición sobre la Ponencia de Paz, el lehendakari le pidió que trate sus "discrepancias" en este foro en lugar de "airearlas" fuera. En todo caso, Urkullu dio por sentado que, pese a la posible ausencia del PSE, la ponencia "sí" sirve.
Al igual que el PP, que ya manifestó el martes su alegría por la posible salida de los socialistas de la Ponencia de Paz, ayer fue el turno de Gorka Maneiro, líder de UPyD, quien reivindicó haber sido el pionero en dar portazo a este órgano parlamentario. De hecho, se congratuló de haber conseguido que tanto populares como socialistas no estén en un foro "que solo sirve para hablar de los temas que interesan a Batasuna".