ROMA. Vargas Llosa, de 77 años, que acudió a Sicilia para recoger el premio Tomasi di Lampedusa, declaró en una entrevista que publica hoy al diario La Repubblica que, siendo de derechas, en todo caso él se podría identificar con la derecha de "la Thatcher" (Margaret, ex primera ministra de Reino Unido 197-1990).

Preguntado sobre cómo ve Italia desde lejos, el autor de "Conversaciones en la Catedral" refirió que "el fenómeno italiano es incomprensible para un extranjero" y se interpeló: "¿Cómo es posible que uno de los países con la más rica tradición cultural esté gobernado hoy por una clase política así de mediocre?".

Y disertó sobre la política degradada por el culto a la imagen y dominada por el populismo. "El hecho de que la gente piense que la política es una cosa sucia -refirió- es el resultado de la política que tenemos ahora".

Advirtió el escritor peruano-español de que a las nuevas generaciones "es necesario transmitirles el mensaje de que la política puede ser una cosa creativa, un instrumento para dar soluciones".

Preguntado sobre su ensayo "La sociedad del espectáculo", el Premio Nobel de Literatura 2010 afirmó que "la degradación de la política es una consecuencia de la desaparición de la cultura tradicional que servía para reconocer los valores, es decir, lo que era bueno, feo, horrible. Hoy la idea de la cultura ha cambiado por la del entretenimiento".

"Es por ello -continuó- que los políticos de hoy son histriones, bufones, pero no es casual: los políticos deben superar la prueba de la imagen, no la de las ideas. Los valores están determinados por dos factores: el éxito o el fracaso".

Y subrayó el autor de "La Fiesta del Chivo" que actualmente la expresión política que tiene más éxito "es el populismo, que puede destruir las instituciones y la democracia, actuando como un virus interno".

En cuanto a una posible solución a esta situación de crisis, Vargas Llosa citó al filósofo Karl Popper que en un ensayo "escribió que a los políticos se les debe pedir que hagan el menor daño posible".

"La terrible crisis que está viviendo Europa es la demostración de que la política es enormemente destructiva", concluyó.