vitoria. La onda expansiva del caso Bárcenas ha alcanzado de lleno al PP de la CAV, enfangando los primeros pasos de Arantza Quiroga al frente de la dirección. Los dirigentes de la formación popular se han visto nuevamente ayer en la tesitura de salir al paso de lo aireado por el ex tesorero, que en su declaración judicial ante Pablo Ruz narró cómo la delegación vasca del partido le entregó un millón de euros procedente de las supuestas comisiones abonadas por empresarios entre 1999 y 2005, episodio que los dirigentes populares lo achacan a una vendetta de Bárcenas por haber sido ellos los más beligerantes en censurar su conducta. Eso sí, Quiroga cruzó el Rubicón y advirtió de que, de encontrar irregularidad alguna, no le temblará el pulso. Para ello, anunció que en los próximos días se pondrá en contacto con sus predecesores, Carlos Iturgaiz y María San Gil porque, recalcó la presidenta del PP de la CAV, no permitirá que se haga "ningún tipo de especulación que pueda manchar la honorabilidad" de sus filas.

En su discurso, la líder popular, al igual que hiciera en su día Antonio Basagoiti antes de abandonar su cargo, se refugió en la cruzada contra el terrorismo de ETA que su partido ha tenido que abanderar para neutralizar las acusaciones de quien llevara las cuentas del PP durante dos décadas, ya que, según Quiroga, lo que hay "en juego" es la trayectoria de "hombres y mujeres que han estado dando lo mejor de sí por ideales y a cambio de nada, y algunos están bajo tierra". Una afirmación en la línea de la que plasmó su antecesor cuando dijo que "aquí nos hemos jugado la vida por cero euros"; o, recientemente, cuando el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, se agarró a que "el PP no es Bárcenas, sino Miguel Ángel Blanco".

Recordó Quiroga la exposición que el pasado jueves realizó el secretario del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, en la que negó que haya constancia de que se hayan beneficiado de dinero de la presunta contabilidad B, y para tratar de desterrar dudas mostró los movimientos bancarios que acreditan el pago de su sede bilbaína en 1999. "Lo hizo con toda la transparencia y total naturalidad, y esa es la información de la que disponemos, ninguna más", enfatizó Quiroga en su comparecencia en Donostia, donde volvió a repetir la disposición de su formación en colaborar con la justicia para que "se sepa la verdad", ya que "entendemos el asqueamiento de los ciudadanos respecto a determinados comportamientos de la política". La presidenta confesó que cuando se desayuna con novedades periodísticas sobre el caso Bárcenas sufre "por todas esas personas que han dado tanto por este partido, que no se merecen esto", y que transforma ese padecimiento personal en la "determinación de ponerse al frente de saber qué ha pasado y qué es lo que hay". De ahí que diga estar dispuesta a retrotraerse a los años a los que señala el extesorero e indagar al respecto con quienes comandaban el PP de la CAV en esa época.

Quiroga ahondó en que la "realidad" de las cuentas de su formación es que se recibía "una transferencia para gastos" desde la sede de Génova, cantidad de la que luego se pagaba la hipoteca de la sede de Bilbao. "Es lo único que podemos decir. Lo que hayan podido hacer otros, tendrán que dar explicaciones si finalmente se demuestran" anomalías. Una firmeza dialéctica que corroboró Oyarzábal, insistiendo en que en relación a Bárcenas "nosotros no tenemos nada que esconder". A juicio del secretario del PP de la CAV, "hemos examinado las cuentas de los últimos quince años y no hemos encontrado nada extraño, por lo que las cosas se hicieron bien", recociendo, eso día, que "como todos los partidos hemos recibido donaciones de gente que quería ayudarnos en la situación en que estábamos, pero que están registradas en las cuentas oficiales". "Si existieron donativos opacos, es algo que tendrá que dilucidar un juez", matizó en declaraciones a Radio Euskadi.

"bomba" en forma de carpeta Para Oyarzábal, este horizonte en que les ha metido Bárcenas no es más que "un nuevo capítulo de mentiras o medias verdades" del extesorero popular, "lo que nos llena de indignación e indefensión, porque este asunto deberían investigarlo los jueces y no difundirlo como una entrega por fascículos en los medios de comunicación". Su lenguaje fue subiendo decibelios de profundidad al acusar al preso de Soto del Real de intentar "enmierdarlo todo", así como de colocar una "bomba en forma de carpeta" al PP de la CAV, por su actitud "hostil y beligerante" contra él desde que hace ya bastantes meses el caso estallara en el PP de Madrid y, sobre todo, en la manos del presidente Mariano Rajoy. "Y lo ha hecho sin ningún tipo de prueba, sin que aparezcan nombres ni recibís, algo que no se puede sostener jurídicamente", añadió. Por eso, pidió Oyarzábal que la justicia actúe lo más rápido posible y "ponga luz sobre todo esto". Asimismo, indicó que su partido aportará al magistrado toda la documentación contable para que sea la autoridad judicial quien decida si los papeles de Bárcenas son "una patraña o hay algo extraño y se deben limitar las responsabilidades". Y de la misma forma, solicitó a su dirección nacional que se comporte con "contundencia" hacia los implicados.

Respecto a lo que les afecta, describió Oyarzábal que "Bárcenas no habla de comisiones, habla de donativos o pagos opacos. Es absurdo que hablase de comisiones porque en 1999 no teníamos responsabilidades de Gobierno", explicó, reafirmando que "está todo en orden y no falta ningún asiento contable".