madrid. El Gobierno ha decidido devolver el yate Fortuna al grupo de empresarios de Baleares que lo donaron en el año 2000 para uso y disfrute de la Familia Real, después de que el rey renunciara a utilizarlo y una vez que los mismos empresarios expresaran su deseo de recuperar su propiedad. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Gabinete aprobó ayer un real decreto que permite la desafectación del Fortuna.

Los servicios jurídicos del Estado han confirmado que se trata efectivamente de una "donación modal" y por ello, una vez "desaparecida esa circunstancia", esto es, su utilización por parte del rey, han dictaminado que procede la revocación de la donación y, consecuentemente, la "devolución del bien". En su día, el yate costó unos 3.000 millones de pesetas -equivalentes a 18 millones de euros- y sustituyó al anterior Fortuna, donado en 1979 por el rey saudí Fahd.