SEUL. "A principios de esta semana, Corea del Norte trasladó en tren dos misiles Musudan y los colocó en lanzaderas móviles" en la costa del Mar del Este (Mar de Japón), indicó un alto oficial del Ejército surcoreano a la agencia local Yonhap. El movimiento de Pyongyang, detalló la fuente, es visto como un intento de lanzar misiles por sorpresa tras señalar que no está claro si los proyectiles van a ser utilizados en un ensayo de disparo o en maniobras militares.

Expertos surcoreanos, por su parte, ven una alta probabilidad de que Pyongyang realice una prueba de lanzamiento del misil a mediados de abril para celebrar el aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del país y abuelo del actual dirigente, Kim Jong-un, en un intento de reforzar su liderazgo. Por su parte, Corea del Sur desplegó hoy en sus costas del Mar Amarillo (Mar Occidental) y del Mar del Este dos navíos con sistemas de interceptación de misiles, ante la posibilidad de que Corea del Norte prepare un próximo lanzamiento.

A principios de esta semana, Pyongyang movió lo que parecían dos proyectiles Musudan a su costa oriental tras amenazar con un ataque nuclear a EEUU, lo que llevó a Washington a enviar su avanzado sistema de defensa de misiles a su base en la isla de Guam en el Pacífico. Corea del Norte aún no ha realizado ningún lanzamiento de prueba del Musudan (también llamado Taepodong-x), que fue revelado por primera vez en un desfile militar en 2010 y cuyo alcance se calcula en unos 4.000 kilómetros, lo que sitúa a Guam dentro de su rango de tiro.

Los últimos movimientos llegan en un día en el que Corea del Norte no ha realizado, de momento, nuevas amenazas tras emprender hace ya casi un mes una agresiva e intensa ofensiva retórica contra Seúl y Washington.

'ABIERTA AL DIÁLOGO'

Corea del Sur sigue "abierta al diálogo" con Corea del Norte, aseguró hoy el ministro de Unificación de Seúl, Ryoo Kihl-jae, en plena escalada de retórica belicista norteña, que en las últimas semanas ha formulado continuas amenazas.

La máxima autoridad surcoreana en el ámbito de las relaciones con el Norte expresó que Seúl está "abierto a cualquier tipo de diálogo entre las Coreas", aunque reconoció que "las relaciones intercoreanas afrontan una crisis".

"El Gobierno de Corea del Sur reconoce la gravedad de la situación y se está preparando para todas las posibilidades, ya que estas amenazas de Corea del Norte atañen a la seguridad de la población surcoreana", matizó. Sin embargo, Ryoo confirmó la voluntad de Seúl de prestar ayuda humanitaria para cubrir las necesidades de alimentos de la población norcoreana "independientemente de la situación" política.

Aunque no concretó la fecha ni naturaleza de futuras entregas de ayuda, matizó que "les ofreceremos algunos productos y restringiremos el envío de otros", sin ofrecer más detalles. En anteriores contingentes de ayuda humanitaria al Norte tanto gubernamentales como de ONG privadas, el Gobierno de Corea del Sur ha impuesto restricciones sobre la naturaleza de los productos enviados, así como su distribución, para evitar que el régimen les dé un uso distinto al de alimentar a la población civil.

El titular de Unificación también se refirió a la actual crisis del complejo de Kaesong, único proyecto de cooperación vigente entre las dos Coreas, que ha sido foco de tensión después de que el Norte impidiera el paso de empleados surcoreanos el miércoles y el jueves, en una acción sin precedentes. Ryoo aseguró que Seúl no se plantea retirar a los aproximadamente 600 surcoreanos que a día de hoy permanecen por decisión de las empresas en Kaesong, ubicado en territorio de Corea del Norte, al considerar que "su seguridad no corre peligro". En todo caso, remarcó que "los actos de tensión (de Corea del Norte) no son de ninguna ayuda para complejo industrial de Kaesong", donde 123 empresas surcoreanas fabrican productos con la mano de obra barata de unos 54.000 trabajadores del Norte.

Pyongyang, por lo tanto, "debe cesar de inmediato sus amenazas y provocaciones", indicó