NUEVA YORK. La misión de apoyo internacional en Malí (AFISMA) transferirá a la misión de pacificación de la ONU su cometido de garantizar la estabilidad en Malí, minada por el avance de los islamistas en la región del Azawad y el golpe de Estado impulsado que lo desencadenó desde marzo del año pasado.

Mulet ha ratificado que la misión de la ONU únicamente brindará apoyo a las autoridades malienses y tratará de proteger a la población civil. "La soberanía de Malí es el principal objetivo de este apoyo internacional", ha argumentado Mulet en un comunicado.

En esta tesitura, el vicesecretario general para Misiones de Paz de Naciones Unidas ha descartado la creación de una zona de amortiguamiento entre la mitad sur y la región del Azawad.

El Consejo de Seguridad de la ONU tendrá que validar el despliegue de la misión de paz, algo que podría ocurrir a partir del 27 de marzo cuando el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, entregará un informe sobre la coyuntura en Malí. Desde la fecha de la aprobación a la llegada de las tropas a Malí, está previsto que transcurran dos meses.