vitoria. El Gobierno Vasco se someterá a su primera prueba de fuego en la tramitación de los presupuestos de 2013. Un proceso no exento de dificultades para un Ejecutivo en minoría que habrá de desplegar sus habilidades negociadoras al objeto de sacar adelante las cuentas en un año clave en la gestión de la crisis. El gabinete de Iñigo Urkullu, que ya ha presentado las directrices técnicas y económicas de su proyecto, afrontará esta semana tres citas determinantes en ese sentido. Y en todas ellas tratará de tejer complicidades. El lehendakari se citará hoy con Laura Mintegi y Patxi López, de quienes depende la aprobación de las cuentas, y el PNV dedicará un guiño al PSE celebrando un pleno monográfico sobre fiscalidad el viernes. En cuanto al Consejo Vasco de Finanzas de mañana a las 12.00 horas, el Ejecutivo tratará de huir de la confrontación entre instituciones y aparcará el recálculo de ingresos en pos de la unanimidad. Después de que las diputaciones de Araba y Gipuzkoa rechazaran revisar al alza la previsión de recaudación de 2013, y a pesar de que Bizkaia y el Gobierno cuenten con la mayoría necesaria para materializar la propuesta en el órgano, fuentes de Hacienda confirmaron ayer a DNA que el recálculo ha sido aparcado para buscar la coincidencia entre las instituciones forales y el Ejecutivo.
La decisión busca alejar el enfrentamiento entre las diputaciones y el Gobierno y, por lo tanto, instaurar cierta paz con EH Bildu y PP en una semana determinante para abordar las conversaciones a tal efecto. Además, la postura de Lakua se enmarcaría en la apuesta del lehendakari por tender puentes y afianzar el respeto interinstitucional durante su mandato tras la legislatura de Patxi López, que alumbró más de un intercambio bronco de declaraciones entre el Gobierno y los entes forales. Por otra parte, el PNV ha criticado en anteriores ocasiones que el gabinete socialista cerrara los consejos de finanzas habiendo logrado acuerdos únicamente con Bildu, y desoyendo el criterio de Bizkaia y Araba. En consecuencia, el Gobierno jeltzale aparca el debate para "dar al Consejo Vasco de Finanzas el sentido que le corresponde: lograr la unanimidad".
El equipo de Urkullu ha tratado de preservar el consenso aun a costa de perder 210 millones para reforzar las prioridades del Gobierno en los presupuestos, que pasan por contener el paro, impulsar el crecimiento y preservar las políticas sociales. "La decisión, por una parte, es positiva, ya que se busca la unanimidad. Por otra parte, no dejamos de lamentar la pérdida de esos 210 millones. A pesar de ello, mantendremos los servicios públicos", explicaron desde Hacienda.
Queda así aparcada "hasta nueva orden" la apuesta por el recálculo, que hubiera ayudado al Gobierno a elevar el techo de gasto, pasar a encontrarse en una situación ligeramente más desahogada, y contar con mayores recursos para repartir entre las distintas partidas. Tal y como explicó el fin de semana en una entrevista con este periódico el consejero de Hacienda Ricardo Gatzagaetxebarria. de haberse aprobado el recálculo, Lakua podría haber contado con 200 millones más, mientras las diputaciones y los ayuntamientos dispondrían de un colchón de otros 100 millones. Así se elevarían las estimaciones de octubre, cuando las diputaciones y Lakua previeron una recaudación de 11.825 millones para este año.
210 millones La iniciativa partió del diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao, quien sustentó su postura en que las figuras impositivas que entraron en vigor a finales del pasado año, como son el recargo sobre la producción eléctrica -que podría reportar 50 millones más a Bizkaia- y, sobre todo, la actualización de balances de empresas -150 millones-, inyectarían más ingresos a las arcas forales. Gipuzkoa, que en un primer momento se negó a asumir la actualización de balances, terminó aprobando el decreto la semana pasada, de modo que habría indicios para pensar que las instituciones vascas, efectivamente, podrían contar con mayores ingresos. A pesar de ello, se opuso al recálculo junto con la Diputación de Araba, gestionada por un PP que llegó a amenazar con enmendar a la totalidad las cuentas de Urkullu.
Fuentes de la Diputación de Bizkaia aseguraron ayer a este periódico que la decisión de configurar el orden del día del CVF y, por lo tanto, retirar el recálculo, compete al Gobierno. Por ello, dijeron "respetar" la postura de Lakua. El orden del día se ceñirá a dar cuenta del cierre de la recaudación de 2012, la liquidación de las aportaciones del pasado año, y la liquidación del fondo de ajuste.
LÓPEZ Y MINTEGI La agenda de la intensa semana del Ejecutivo comenzará hoy con las entrevistas del lehendakari con López y Mintegi, por ese mismo orden. Aunque el debate presupuestario no será la única cuestión que esté sobre la mesa, sí será la más perentoria. EH Bildu siguió manteniendo ayer un tono de máxima exigencia al apremiar al Gobierno a que entregara el dossier a tratar en el Consejo Vasco de Finanzas, pidiendo la suspensión de ese cónclave interinstitucional por falta de información, y avisando de que Lakua no tendrá su apoyo si recorta los servicios públicos o no se planta ante la ola recentralizadora de Rajoy. En cuanto al CVF y la petición de aplazamiento de la Diputación de Gipuzkoa por la supuesta falta de información, fuentes de Hacienda precisaron que las diputaciones mantienen contactos frecuentes con el departamento, de modo que conocerían sobradamente los contenidos que se abordarán en la cita.
Además, en esta ocasión los entes forales acudirán conociendo el cierre del año 2012 y teniendo así toda la documentación al respecto. En el último CVF, con López en Lakua, se entregaron los textos -más de 100 folios- el día anterior, ante las quejas de Bizkaia y Araba, y el silencio de Gipuzkoa. De hecho, ha sido relativamente habitual en los últimos treinta años que los documentos se compartieran el día anterior, ya que la coincidencia de siglas entre el partido gobernante y las diputaciones -hasta la llegada de López- redundaba en una comunicación constante que hacía innecesaria la entrega de los textos.
También en esta ocasión Lakua ha optado por la comunicación. Ayer mismo, a las 16.30 de la tarde, tuvo lugar una reunión preparatoria entre técnicos del Gobierno y de las diputaciones. Se puso sobre la mesa la documentación necesaria y se intercambiaron pareceres. El lehendakari volverá a trasladar hoy a Mintegi y López la postura que asumirá el Gobierno en el Consejo. Por ello, Lakua rechazó cancelar la cita.
Urkullu tendrá ocasión de tantear a López a partir de las 16.30 horas, y a Mintegi dos horas después. Una de las cuestiones que podrían predisponer favorablemente al PSE ante los presupuestos es el debate fiscal. El PNV no se negó a abordarlo la pasada legislatura, pero sí tuvo claro que debía fructificar en los órganos competentes, y no en el Parlamento, como proponía López. En este sentido, ha activado una comisión negociadora que deberá llevar una propuesta al Órgano de Coordinación Tributaria y aprobarla en las Juntas Generales, si bien no entrará en vigor hasta 2014.
En cualquier caso, la intención del PNV de imprimir ritmo al debate casa con la petición del PSE de abordar esa discusión antes de negociar los presupuestos. La ronda tendrá lugar antes del monográfico sobre fiscalidad previsto para el viernes en el Parlamento, y propuesto por los socialistas vascos.