el Hospital Universitario de Álava (HUA), gestado en la pasada legislatura a raíz de la fusión de Txagorritxu y Santiago, encara una nueva etapa tras consumarse el cambio de Gobierno en Euskadi, que ha propiciado el retorno del PNV a la Lehendakaritza. Casi se daba por hecho, pero la reordenación asistencial de Gasteiz en poco se parecerá al proyecto impulsado por el Ejecutivo anterior, tal y como han confirmado ya el nuevo consejero de Sanidad, Jon Darpón, o el portavoz jeltzale en el Ayuntamiento, Gorka Urtaran. Por ahora, sólo han trascendido unos trazos básicos del nuevo HUA, pero sí es seguro que ambos centros se mantendrán finalmente como dos hospitales generales de agudos, con sus servicios de Urgencias, quirófanos y especialidades, que funcionarán como una organización integrada.

De esta forma, se esfuma la aspiración del anterior Gobierno socialista de transformar el centro de la calle Olaguíbel en un hospital para pacientes crónicos y dejar a Txagorritxu, después de acometer una gran ampliación, como el único centro de agudos del territorio. Jesús Muñoz, quien fuese gerente de Santiago hasta que se procediese a la unificación de los dos hospitales y sus equipos directivos, ha sido designado por la nueva dirección de Osakidetza como director del HUA. Releva en su puesto a Jon Armentia, que apenas ha permanecido en el cargo un año y medio. Muñoz, cesado por la anterior dirección del ente público junto con otra media docena de directivos en una maniobra sin precedentes, regresa a un cargo de responsabilidad tras una corta etapa de reciclaje en Txagorritxu.

equipo mixto El flamante gerente del HUA es un profesional de dilatada experiencia en la Sanidad pública alavesa -también estuvo al frente del Hospital Psiquiátrico- que deberá lidiar con la nueva realidad del mapa hospitalario de Gasteiz rodeado por personas de su confianza y otros profesionales que han participado en la génesis del HUA, valedores por tanto de la fusión. El principal es Alberto Manzano, que coordinó el plan funcional del macroproyecto y será el nuevo director médico de la organización en sustitución de Enrique Bárez. En la dirección financiera se mantendrá también Fernando Encinar, fichado durante la pasada legislatura.

Los otros dos pesos pesados del nuevo HUA sí serán dos personas de la etapa anterior a la fusión hospitalaria auspiciada por el exconsejero Rafael Bengoa y muy próximas a Muñoz. Javier Arispe, exdirector de Personal de Santiago, se encargará también en el hospital unificado de gestionar la relación con los sindicatos. Entretanto, Lourdes Ramírez asume la dirección de Enfermería, un puesto que también ocupó en el centro de la calle Olaguíbel cuando Muñoz era su gerente. En principio, el HUA seguirá contando con un único director por cada área. En la legislatura anterior también se unificaron los historiales médicos, las nóminas, la lista de espera y las compras de Txagorritxu y Santiago, entre otras cosas.

Jon Darpón, en una reciente entrevista con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ponía sobre la mesa sus primeras intenciones respecto al nuevo HUA: "En una ciudad como Gasteiz, con dos centros de mediano tamaño, el objetivo pasa por tener un hospital terciario, de calidad, que aglutine los recursos de Santiago y Txagorritxu. Buscaremos sinergias para potenciar los servicios de forma que habrá servicios que estarán en un centro u otro y servicios en los dos. Pero he de decir que el proyecto ha adolecido de escaso consenso social, profesional, sindical y político. Esto, para un proyecto muy importante como es toda la asistencia hospitalaria de Araba, no ha sido bueno", resumió el consejero. Coordinación y complementariedad en las que también insistió Urtaran este pasado jueves, tras entrevistarse con Darpón.

Al margen del rechazo social concitado entre amplios sectores, la altísima inversión que requería este proyecto en plena época de crisis ha sido definitivo para dejarlo aparcado. Su coste, donde se incluía la ampliación de Txagorritxu con cuatro nuevos edificios y la conversión de Santiago en un hospital de crónicos con 120 camas, urgencias adaptadas y un servicio de rehabilitación, se cifró en más de 100 millones de euros. El nuevo consejero ya ha advertido de que contará con un presupuesto muy austero y deberá repensar ciertas inversiones.

edificio de consultas No será fácil, sin embargo, desatar los nudos que tan bien atados dejó el anterior equipo de Gobierno en torno al HUA, un proyecto a todas luces estratégico. Un claro ejemplo reciente fue la adjudicación a sólo ocho días de las pasadas elecciones autonómicas de un concurso de ideas para el proyecto arquitectónico de la segunda fase del centro unificado, por 1,58 millones de euros. La paralización de este expediente, aunque no sea del gusto del Ejecutivo entrante, será más que complicada, a no ser que se encuentre una causa muy justificada y con soporte jurídico.

En definitiva, la única realidad física y palpable de la que disfrutarán los pacientes alaveses a corto plazo será el edificio de consultas externas que ya se alza junto a Txagorritxu y que abrirá sus puertas a lo largo de la próxima primavera, según las previsiones de los anteriores gestores de Osakidetza. En toda lógica, este edificio centralizará las consultas externas de Txagorritxu y Santiago, lo que permitiría liberar un importante espacio en el centro de la calle Olaguíbel para destinarlo a unos usos aún sin determinar. El nuevo edificio de consultas externas, que se ubica en la confluencia de Bulevar de Euskal Herria y San Francisco Leandro de Viana, junto a la rotonda de Telefónica, tendrá una superficie global para la asistencia de 16.380 metros y sus servicios se distribuirán a través de diez plantas -una de ellas reservada para futuras necesidades- y dos sótanos. Según el plan funcional del HUA, cuyo recorrido está ahora por determinar, el bloque incorporará nuevas especialidades que ahora no existen en los dos hospitales de la ciudad, como cirugía plástica, genética o reproducción, y atenderá cerca de 1.800 consultas al día.

El giro de los acontecimientos en torno al HUA no ha tardado en generar las primeras reacciones políticas, que anticipan una legislatura caliente en este ámbito. Disparó primero este pasado jueves la concejal socialista en el Ayuntamiento de Gasteiz, Maite Berrocal, que acusó al nuevo Gobierno Vasco de querer "ocultar los recortes que plantea en la Sanidad pública" planteando el mantenimiento de Santiago como hospital general. Por su parte, el Partido Popular, también favorable a la integración de ambos hospitales y a la conversión de Santiago en un hospital de crónicos, censuró a través de su parlamentario Carmelo Barrio que el PNV, "siempre que ha llegado al Gobierno Vasco, se ha llevado el grueso de las inversiones a Bizkaia". Según prometió Barrio, el PP "va a dar la batalla" para que las inversiones comprometidas se cumplan.