oion. La asociación cultural Irule, de Oion, celebró ayer su primer cuarto de siglo de existencia. Veinticinco años durante los que ha desempeñado con pasión su papel como grupo de danzas de la localidad y el de motor para el impuso de la cultura euskaldun en esta localidad alavesa.
El mal tiempo provocó que se modificaran algunos de los actos previstos, como la concentración en la plaza de dantzaris, txistularis y trikitilaris, dispuestos a ofrecer una formidable exhibición de cultura popular, con representaciones como la danza de los Santos. El espectáculo se trasladó al cine, así que vecinos y visitantes pudieron disfrutar de la muestra de folclore cómodamente sentados y al abrigo de la lluvia.
Eso sí, la lluvia no fue un problema para que después del espectáculo los gaiteros llevaran a cabo una kalejira hasta la plaza, donde se pudo disfrutar de un excelente poteo con música y baile. Cerrando la mañana, se celebró una comida popular en el frontón Toki Alai, decorado para la ocasión, con una muestra de fotografías de la joven historia de este colectivo y un euskaraoke. A las 19.00 horas se celebró otra kalejira desde el frontón hasta la plaza y allí se llevó a cabo una macrotxulalai. Un pintxo-pote, un bingo popular, el tradicional toro de fuego y los bailables pusieron término a la jornada.
La iniciativa de crear esta asociación fue del exconcejal de Cultura Javier Azcárate, con la idea de promocionar la cultura en vasca y de poner en marcha un grupo de danzas. De esa forma surgió "Irule, Hilandera, un símbolo de la localidad ya que en la torre de Oion, en la giraldilla, hay una hilandera, y se adoptó porque ellas son muy trabajadoras", explicó una de las dantzaris, Arantxa, que ahora está mas retirada porque se encarga de potenciar los bertsos. A lo largo de estos años, el colectivo ha tenido muchos altibajos, pero se han cumplido los objetivos propuestos. "De hecho se ha creado hasta un grupo de txistus, bastante potente, y de trikitritxas con pandero y todo", apuntó.