BILBAO. Las elecciones vascas del próximo día 21, las primeras desde el cese de la actividad armada de ETA, darán paso a un nuevo gobierno cuya prioridad será la crisis, pero también, si se confirma el previsible triunfo de los nacionalistas, abrirán un escenario de reivindicación de un nuevo estatus político de Euskadi.

En este contexto, las principales preguntas que esperan respuesta el día 21 son las siguientes:

¿Volverá el PNV a Ajuria Enea?

Iñigo Urkullu, un hombre de partido, moderado, afronta el reto de devolver el gobierno al PNV, un poder que había ejercido durante treinta años y que perdió tras las elecciones de 2009.

El gobierno 'constitucionalista' del PSE sustentado por el PP se percibe como un paréntesis en la historia de Euskadi, puesto que las encuestas dan una clara mayoría nacionalista, de unos 46-48 escaños de los 75 de la Cámara de Vitoria.

Arrastrados por Cataluña, el autogobierno vasco ha entrado en campaña. El PNV tiene una propuesta para que Euskadi consiga un nuevo estatus político para el 2015, pero de momento, si gobierna, se inclina por poner el acento en la economía más que en forzar la máquina soberanista.

El PSE ¿premio o castigo por su gobierno?

Tras la ruptura del pacto con el PP hace seis meses, Patxi López va a intentar hacer valer su resistencia feroz a aplicar los recortes de Mariano Rajoy, como el copago sanitario. La incógnita es si el electorado apreciará esta posición o castigará el empeoramiento de la economía vasca.

Los optimistas en el PSE aspiran a disputarle el segundo lugar a la izquierda abertzale para al menos hacerse imprescindibles para los pactos.

Otra duda por resolver es si un mal resultado de Patxi López le llevaría a plantearse su marcha a la política madrileña, aunque él, de momento, descarta esta posibilidad.

¿Dará la sorpresa la izquierda abertzale?

La vuelta de la izquierda abertzale, derivada directamente del declive de ETA, es la gran novedad de los comicios. Bajo las siglas EH Bildu, se agrupa una coalición que aglutina la ideología de la antigua Batasuna, Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba.

Con una escritora y profesora de lengua como candidata, Laura Mintegi, sin el carisma de Arnaldo Otegi, las encuestas pronostican su éxito, ya que su techo electoral son los catorce escaños que lograron en los comicios de 1999. Los sondeos les dan 21 y segunda fuerza tras el PNV.

No parece que consigan arrebatar el triunfo al PNV, pero tampoco se pensaba que pudieran ganar en el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación guipuzcoana el año pasado.

¿Consolidará el PP vasco su apuesta por el centro?

Antonio Basagoiti unió al partido tras la crisis que derivó en la marcha de María San Gil y lo viró al centró, volvió a hablarse con el nacionalismo moderado y le dio una imagen moderna, con el aval de Rajoy.

Los recortes de Rajoy son el principal enemigo para el PP vasco, por lo que Basagoiti trata de desviar la atención y centrar su campaña en avisar de los peligros del independentismo.

¿Y el resto?

El resto apenas cuenta según las encuestas, que deberán pelear hasta el último voto si quieren lograr un escaño. UPyD y Ezker Anitza, la filial de IU en Euskadi, dan por seguro que estarán en el próximo Parlamento, a lo que también aspira la escindida Ezker Batua-Berdeak.

¿Y después del 21 qué?

Ninguna formación desvela sus cartas sobre posibles pactos. Si gana el PNV con los escaños que vaticinan, unos 25, ya han avisado que practicará la geometría variable que puso de moda José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, pactos diversos dependiendo de si lo que se vota es economía, autogobierno y otra materia.

EH Bildu predica el consenso y ofrece al PNV contar con ellos para construir un "Estado libre en Europa", mientras que Patxi López ha descartado de plano una alianza con la izquierda abertzale.

El PP aspira a mantener su influencia en la política vasca y si repite sus trece escaños, es probable que pueda ponerse a disposición del PNV para alcanzar un acuerdo que anteponga la recuperación económica a las aspiraciones nacionalistas.

¿Cómo influirá la presencia en un segundo plano de ETA?

La jornada de reflexión coincidirá con el primer aniversario del cese de la violencia de la banda terrorista. No se descarta algún pronunciamiento antes de las urnas, después de que en su último comunicado, del 27 de septiembre, volviera a pedir dialogo a España y Francia con el fin de "curar heridas".