CARACAS. El próximo presidente de Venezuela lo decidirán aquellos que viven alejados de la polarización política que existe en el país. Son los llamados ninis, ni chavistas ni antichavistas que aún no han decidió por quién votar el próximo 7 de octubre. Según las encuestas representan a más del 20% de los electores venezolanos, una cifra mayor que la distancia que separa a los principales candidatos, el actual mandatario Hugo Chávez y su rival Henrique Capriles. La mayoría de los sondeos sigue colocando al presidente bolivariano a la cabeza de la competición, aunque la distancia entre ambos se acorta a medida que se acerca la cita electoral.

Con el propósito de convencer a los indecisos se lanzó el pasado 1 de julio a las calles Capriles, de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), elegido el pasado mes de febrero como el candidato unitario de la oposición en unas elecciones primarias. Capriles recorre Venezuela desde el inicio de la campaña electoral "pueblo a pueblo" en jornadas maratonianas. Las encuestas muestran que el perfil de los ninis es el de una mujer joven, de clase popular, progresista y más preocupada por los problemas cotidianos, como la inseguridad, que por la gran política.

Consciente también de la relevancia que tendrán los indecisos en estas elecciones, el mandatario venezolano centra estos días sus esfuerzos en captar su voto, alimentando el miedo a un eventual fin de los programas sociales, pilares de su mandato, si gana Capriles. "El plan de gobierno opositor tiene un paquetazo neoliberal oculto que pretende retrotraernos a una Venezuela que ya no resistiría esto y entraría de nuevo en un nefasto escenario, en una profunda desestabilización que nos acercaría a lo mejor hasta a una guerra civil", ha manifestado Chávez. El candidato de la oposición, por su parte, promete mantener las llamadas misiones bolivarianas.

"El discurso del mandatario está buscando convencer a los indecisos y reducir la abstención", sostiene Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, quien destaca que Chávez "pierde con la clase media". "No hay ninguna forma de que el presidente se convierta en la mayoría de este sector", concluye. El último sondeo de Datanálisis muestra que Chávez supera a Capriles en 14,7 puntos en intención de voto. Según estos datos, el mandatario boliviariano cuenta con el 43,8 de respaldo frente al 29,1% del candidato opositor.

Los expertos aseguran que lo que ocurra en las próximas dos semanas será clave en la decisión que tomen los electores indecisos. Y como en cada campaña electoral venezolana, la polarización, las acusaciones mutuas y la crispación han hecho acto de presencia. La oposición se ha visto salpicada con un escándalo de corrupción que ha afectado al diputado Juan Carlos Caldera, miembro de la campaña de la MUD, que ya ha dimitido para hacer frente a un proceso de investigación. El caso se destapó cuando un grupo de diputados del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) hizo público un vídeo que mostraba a Caldera recibiendo dinero de una persona a cambio de una "tarea" y negociando un encuentro entre Capriles y un "jefe" que financiaría su candidatura presidencial desde el extranjero. Y a pesar de que el oficialismo trató de vincular el escándalo con Capriles, este se desvinculó de inmediato del caso.

Por su parte, la oposición venezolana ha acusado al Gobierno de Chávez de emprender una "guerra sucia" y señala al chavismo como responsable de que cuatro partidos retiraran recientemente su apoyo a Capriles. Pero el momento de más tensión de la campaña electoral hasta el momento han sido los enfrentamientos entre chavistas y antichavistas que tuvieron lugar hace dos semanas en Puerto Cabello (centro-norte) durante un acto de campaña de la oposición.

Temas electorales Inseguridad, educación, empleo, gestión petrolera, el modelo socialista frente al capitalista, y las deficiencias en algunos sectores, como el energético, son los temas que están sobre la mesa y que han pasado a un segundo plano por el cruce de acusaciones. En este sentido, frente al afianzamiento del Estado socialista impulsado por el Gobierno, con un estado protagonista en casi todos los ámbitos de la vida económica y social del país, el desarrollo de las misiones bolivarianas -programas de asistencia social- y un importante peso de la educación, el programa de la oposición hace énfasis en tres ejes: seguridad, educación y empleo.

Capriles apuesta por la educación y la formación de promotores de paz para hacer frente al grave problema de la inseguridad que vive el país. Según la oposición, en Venezuela hay cuatro millones de jóvenes excluidos del sistema educativo, por lo que propone la construcción de 1.000 centros de secundaria en un año. También apuesta por mejorar las condiciones de vida de los maestros. En cuanto al empleo, Capriles se ha comprometido a crear tres millones de puestos de trabajo "trabajando en equipo con el sector privado".