Bilbao. Treinta y seis años después, la desaparición de Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur sigue siendo un enigma. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu archivó ayer el sumario sobre la desaparición del dirigente de ETA Político-Militar al no existir indicios suficientes que pudieran imputar a personas determinadas estos hechos. La propia familia de Pertur, que en 2008 presentó una querella para que la Audiencia Nacional investigara este caso, remitió el pasado mes de marzo un escrito al magistrado en el que solicitaba el sobreseimiento provisional de la causa al considerar que la investigación estaba ya "agotada". El magistrado advertía en el auto hecho público ayer de que el caso podría ser reabierto si aparecieran nuevas pruebas.
Pertur desapareció el 23 de julio de 1976. Ese día tenía una cita con una persona en el bar Consolation en Donibane Lohizune, reunión que no llegó a producirse. Posteriormente se encontró con Miguel Ángel Apalategi Apala y Francisco Mujika Garmendia Pakito, a los que pidió que le acercaran en coche a Behobia. Nunca más se supo de él.
A lo largo de estos años han sido dos las hipótesis manejadas. Por un lado se hacía responsables de su desaparición a los miembros de los comandos bereziak de ETA (pm), cuyos máximos dirigentes eran Apala, Pakito y Eugenio Etxebeste Antxon. En el auto se recoge la declaración de quien entonces era novia de Pertur, Lourdes Auzmendi, a quien un exmiembro de ETA que coincidió con Miguel Ángel Apalategi en Nicaragua le contó que Apala le confesó que ellos habían secuestrado al dirigente de los polimilis a quien mataron, y posteriormente arrojaron su cuerpo al mar. Ademas, en el auto se recoge la discrepancias entre Pertur y los bereziak, al no estar estos de acuerdo con los planteamientos de Moreno Bergaretxe, quien proponía la creación de un partido político -posteriormente nacería EIA-, mientras que la organización armada pasaría a la retaguardia.
Además, tres meses antes de su desaparición, Pertur estuvo retenido por miembros de los bereziak para impedir que tomara parte en una asamblea de la propia organización.
ETA (pm) aseguró entonces que había abierto su propia investigación de los hechos y negó la implicación de cualquiera de sus militantes en la desaparición de Pertur. Para la organización armada fueron miembros de la extrema derecha española en colaboración con fascistas italianos quienes habían secuestrado y asesinado al dirigente de los polimilis.
Fascistas italianos Esta misma hipótesis mantenía el cineasta y exmilitante de ETA (pm) Ángel Amigo, autor de la última película sobre Jesús Eguiguren, quien en 2007 presentó el documental El año de todos los demonios, en el que sostiene que el secuestro de Pertur fue obra de fascistas italianos que posteriormente lo entregaron a la policía española. Según declaró a la justicia transalpina Angelo Izzo, neofascista italiano, en aquella época había una masía cerca de Barcelona en la que la policía española tuvo secuestrado a un miembro de ETA.
Asimismo, el 31 de julio de 1976 el Batallón Vasco Español reivindicó el secuestro y asesinato de Pertur en un comunicado en el que se señalaba que lo habían enterrado en un pueblo de Nafarroa.