Vitoria. Un día al año para reivindicar. Toda una vida para asumir las consecuencias de una enfermedad cruel como pocas. Hoy, como cada año por estas fechas, se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Alzheimer, un hito en el que los afectados y, preferentemente, los familiares de estos, pueden clamar al cielo y a las instituciones en busca de un frente común de trabajo. Lo harán bajo el lema Esfuerzo compartido. Así, al menos, lo pretenden los responsables de Afades, Asociación de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias de Álava, con su gerente, Susana Cuesta, a la cabeza. Todos ellos encabezarán a lo largo de toda la jornada un nutrido programa de actos, entre los que destacará, el nombramiento como socio de honor de la organización al director y compositor alavés Sabin Salaberri Urcelay en el Palacio Montehermoso.

La cita no es baladí. La Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), las federaciones autonómicas, asociaciones provinciales, y miembros como Afades, y las 200.000 familias a las que representan, asumen estas 24 horas con objetivos meridianamente claros. Y ambiciosos. Por un lado, desean incidir en la sensibilización de la sociedad sobre la conocida como epidemia del siglo XXI -su incidencia se duplica cada 20 años y el coste anual ronda los 24.000 millones- y sobre sus consecuencias en el ámbito sociosanitario. Por otro, desean hacerse oír para promover la prevención de esta patología, que afecta a más de 3,5 millones de personas en España -30.000 en la CAV y 5.000 en Álava-, entre quienes la padecen y sus cuidadores.

Dadas las circunstancias, hoy se podrán escuchar los requerimientos de los damnificados por esta patología. Piden, sobre todo, el compromiso y la participación de investigadores, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, familiares... Y, de la sociedad, "sin olvidar a las propias administraciones. Aportando el conocimiento y saber hacer de todos, se podrá construir la política de Estado que permitirá erradicar la enfermedad o, en su defecto, cronificarla", indican desde Afades.