La subida del IVA impuesta por el Gobierno central, en manos del Partido Popular (PP), va a significar más paro y menor recaudación. Ambas circunstancias contribuirán a nutrir el bucle sin salida que amenaza con embargar el futuro de todo un país. La ecuación razonada no requiere de sesudos intérpretes. Sólo de sentido común. Una sociedad exhausta y marcada por más de cuatro años de dura crisis no puede asumir de buen grado un recargo impositivo, sobre todo, cuando se preveía -incluso antes de la decisión de elevar los tributos y de los nuevos recortes- que este año el consumo iba a bajar más del 3%. En este contexto, fuentes patronales avisan de lo que se avecina y niegan la mayor al Ejecutivo de Mariano Rajoy al augurar menor consumo y, por ende, menor recaudación con el repunte del Impuesto sobre el Valor Añadido. Es decir, más quebraderos de cabeza a la vista. Subir los precios en un país que cuenta a sus parados por millones significa facturar menos, despedir trabajadores e, incluso, cerrar. Sólo se salvarán aquellas empresas que logren mantener el coste para el cliente o quienes puedan sacrificar parte de su beneficio. En esta tesitura, los más pequeños corren un riesgo real de desaparecer, ya que tienen un menor margen para regatear las subidas, por ejemplo, en las consumiciones de los bares, en las entradas del cine, en las facturas de la luz, del gas o en el repostaje del coche, en la vivienda nueva, en las flores o en la cesta de la compra, pese a que distintas cadenas de alimentación y textiles ya han anunciado que absorberán el recargo para evitar subir los precios. Pero es que incluso morirse va a ser más caro.
Todo ello ha contribuido a que infinidad de pequeñas y medianas empresas alavesas hayan recibido con gran preocupación la subida del IVA -el tramo general del 18% al 21% y el reducido, del 8% al 10%- anunciada para septiembre por el presidente del Ejecutivo español. Al respecto, la Federación Alavesa de Comercio denunció hace escasas fechas que las citadas medidas -que pretenden recaudar hasta 22.100 millones de euros hasta 2014 en plena época de recesión- no van a contribuir a incrementar la recaudación, sino que provocarán un descenso de la misma y la desaparición de miles de puestos de trabajo sólo en esta provincia. El gremio comercial recordó que en 2011 la crisis afectó más al comercio minorista, que bajó un 4,7% sus ventas, que a las medianas y grandes superficies, que cayeron un 3,9%, aunque ambos sectores se vieron perjudicados por esta situación.
Al respecto, en la edición de ayer este diario explicaba que buena parte de las cadenas comerciales y franquicias con establecimiento en Álava pretende asumir el IVA en sus cuentas para no trasladarla a sus precios. Quizás por estrategia real, quizás por estrategia publicitaria, los grandes cadenas del textil y de la alimentación han anunciado casi en bloque que no repercutirá el incremento en los clientes. Un comportamiento que coincide con lo que anunció por ejemplo Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorro), quien señalaba hace escasas fechas que "si se repite lo sucedido en 2010", tras la anterior subida del IVA, el aumento se trasladará a los consumidores "en su integridad en el sector energético" (luz, gas y carburantes) y será "casi nulo en el caso del vestido y del calzado".
Sea como fuere, hay sectores que ven un futuro negro. Por ejemplo, los profesionales de las peluquerías que, desde mañana, tendrán que realizar sus servicios con un IVA que pasará del 8% actual al 21%. Se calcula que la drástica medida podría acabar cerrando en torno a 200 locales en este territorio histórico, es decir, el 40% del total. Precisamente, junto con la hostelería, las peluquerías son uno de los negocios que más empleo ha generado en los últimos años. Sin embargo, en este caso sí que parece que cualquier tiempo pasado fue mejor. Según datos aportados desde la Federación de Comercio de Álava, en la actualidad, hay cerca de 1.300 profesionales trabajando en alguna peluquería de la capital alavesa, principalmente mujeres. Además, buena parte de los locales están ubicados en la periferia de Vitoria, por lo que cumplen una función de revitalización importante.
La subida del IVA convertirá el servicio que prestan en un bien de lujo en caso de que decidan que el impuesto repercuta directamente en el cliente. De ser así, los precios podrían aumentar entre un 25% y un 30%, teniendo en cuenta otros incrementos como el de la luz o el del carburante.
Según el gremio comercial alavés, otro de los sectores más afectados será el de las floristerías. En lo que va de año ha tenido que echar la persiana el 10% de los establecimientos de este tipo censados en la capita alavesa. A juicio de los comerciantes, el repunte impositivo traerá consigo una reducción importante de las ventas que derivará en el consumo de productos sustitutivos o la compra de una flor de menor calidad, ya que el presupuesto del consumidor no va a aumentar. En la actualidad, las floristerías emplean a 50 personas en la capital alavesa y a un total de 60 en Álava.
El tercer gran pilar sobre el que recaerá el incremento de este impuesto será el del sector de la papelería, que también verá encarecido de forma notable sus productos a corto plazo. Sin embargo, los establecimientos ya han empezado a tomar medidas para que la subida del IVA incida lo menos posible en las ventas. Así, la mayoría ha aumentado el stock en sus establecimientos y son muchas las familias que han adelantado a julio y agosto las compras previas al comienzo del curso escolar.
En otro orden de cosas, según un estudio encargado a Pricewaterhouse por exhibidores y distribuidores, la recaudación de Hacienda en los cines descenderá casi diez millones de euros con la aplicación del IVA del 21% y obligará a cerrar 859 salas y despedir a 3.500 empleados en el conjunto del Estado.
La alimentación supone un caso especial por el hecho de que la subida será de apenas un 2% en el caso de los productos considerados como no de primera necesidad, que pasan del 8% al 10% Pan, leche, hortalizas y huevos, por ejemplo, se mantienen en el 4%. A corto o medio plazo, sin embargo, las perspectivas apuntan a un alza generalizada de los alimentos como consecuencia del aumento de precio de las materias primas.
Al igual que ocurría con el gremio de las peluquerías, las consumiciones de locales de ocio nocturno verán incrementadas sus tarifas considerablemente ante la imposibilidad de absorber la totalidad del incremento de impuestos aplicado por el Partido Popular. El paso impositivo del 8% al 21% arriesga la continuidad de muchos negocios, que dejarán de ser atractivos por sus precios.
El caso de las funerarias Pero es que, incluso, fallecer se va a convertir en una opción no recomendable, ya que el IVA en el sector de las funerarias se incrementará desde mañana en 13 puntos. No obstante, se estima que alrededor del 40% de los alaveses mantienen seguros por decesos, circunstancia que facilitará que las aseguradoras asuman el incremento ante un ámbito de negocio muy competitivo.
Con el consumo deprimido, la subida de esta semana no ha generado un efecto anticipación importante. Sí que lo han notado algunos concesionarios de vehículos, donde las ventas de en un producto cuyo precio puede incrementarse en torno a 400 ó 600 euros de media a partir de la próxima semana han crecido respecto a agosto de 2011.
las cifras
40
l Euros subirá de media el mantenimiento de la casa. Según un estudio de la OCU, la luz, el gas y el agua costarán alrededor de 40 euros más al año con el incremento que entra en vigor el sábado.
90
l Euros más en transporte. Es una parte importante del gasto familiar. Con las gasolinas en máximos y el aumento de tres puntos en el IVA (del 18% al 21%) el efecto se sentirá en los bolsillos.
54
l Euros más en la cesta de la compra. La alimentación y las bebidas no alcohólicas, a pesar de que tienen una subida escasa, suponen uno de los principales gastos de una familia, en torno a los 750 euros por persona y año.
62
l Euros más en cultura y espectáculos. Es uno de los sectores que más sube, si bien el gasto medio por familia es bajo.
apuntes
l Se quedan igual (4%). Los alimentos de primera necesidad, los libros, los periódicos y las revistas mantienen el tipo superreducido, al igual que los vehículos y las prótesis para minusválidos, los servicios de teleasistencia y la VPO.
l Suben del 8% al 21%. Lo soportarán el material escolar, la atención sanitaria y dental que no estaba exenta, las peluquerías, los cines, las discotecas y salas de fiesta, el teatro y la música.