Iruñea. Patxi Zabaleta recibió a DNA el pasado miércoles, justo el día en que se hacía efectiva la renuncia a las actas parlamentarias por parte de Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe.

¿Qué opina de la reforma del Gobierno español para posibilitar el voto de los 'exiliados' por ETA?

Es una aberración que no va poder prosperar porque se fundamenta en un hecho sin justificación democrática. Es evidente que las personas que se hayan podido marchar contra su voluntad motivadas por la violencia deben ser ayudadas a volver si quieren, pero cada persona tiene que votar donde reside, donde trabaja y donde paga los impuestos. Lo hacen por ganar algunos votos que podría controlar el PP. Esta medida denota una vez más la desorientación del PP.

Han hablado de 200.000 o 250.000 personas.

No hay ningún censo. No tiene ningún sentido hablar de estas cifras.

López está de vacaciones cuando en la CAV se baraja la posibilidad de un adelanto electoral. ¿Cree que se va a producir ese adelanto o se agotará la legislatura?

Hay indicios que señalan que puede durar más de lo que es lógico pensar. Patxi López está haciendo un servicio al PSOE, en el sentido de decir que se opone a los recortes, aunque luego no cumple, y está obteniendo desde su situación una especie de lucro electoral contra su enemigo, que es el PP.

Todas las encuestas auguran que en la CAV serán PNV y EH Bildu quienes se jueguen el liderazgo.

Espero que la mayoría progresista y de izquierdas que existe en la Comunidad Autónoma Vasca dé los pasos necesarios para que la Cámara sea representativa de lo que existe en la sociedad. La derecha nacionalista está en estos momentos en una situación en la que no tiene respuestas nuevas, que sí tiene EH Bildu. Vaticino que esa mayoría de izquierdas del mundo abertzale tendrá unos buenos resultados.

Habla de mayoría progresista. ¿Se podría dar un pacto EH Bildu-PSE?

Es algo que no descarto. El pacto progresista no solo es posible, sino que ya se ha dado en algunos sitios y está enseñando sus virtualidades. Por ejemplo, el pacto fiscal en Gipuzkoa. Se hizo con el PSE y ha cumplido su labor.

Entonces, a usted no le asusta un pacto con el PSE.

Como me va a asustar un pacto con los socialistas si protagonicé la posibilidad de un gobierno alternativo en Navarra. Además, siendo entonces Nafarroa Bai la segunda fuerza, lo hice dejando que fuese encabezado por un socialista. Me parece tan natural como defender la independencia por parte de los independentistas. Nosotros ganaremos la lucha por la independencia cuando convenzamos a los que no son independentistas de que en la hipótesis de la independencia van a ser más respetados que en la hipótesis de la no independencia.

¿Sería más fácil ese hipotético pacto con el PSE que con el PNV?

Si el PSOE sigue en la oposición a nivel del Estado español sería más lógico que hubiera esa posibilidad de acuerdo con componentes de izquierda. La transversalidad nos obliga a decir que nunca se pueden cerrar las puertas a nadie. Pero si, como yo espero, EH Bildu es la primera fuerza en la CAV, se tienen que abordar nuevas soluciones sin tener las manos atadas. Para políticas de izquierda, EH Bildu tiene que encontrar comprensión en fuerzas políticas de izquierda.

¿Este pacto con el PSE sería más factible sin la presencia de López y Ares, que son quienes manejan los designios del socialismo vasco?

El pacto sería con las fuerzas políticas y no hay que cerrar nunca las puertas a nadie. Es una obligación democrática de los que creemos en la transversalidad, pero tampoco hay que tener obligación de hacerlo. El hecho de que estén o no López y Ares es secundario y, en todo caso, y por ejemplo en lo que respecta al euskera, lo que ha hecho el PSE en la CAV es muy deficiente, pero lo que hizo el PNV en treinta años no fue nada satisfactorio.

Así pues, a nadie le puede escandalizar un pacto EH Bildu-PSE.

Es una posibilidad que no hay que cerrar, pero tampoco considerarla como una obligación. Hay que tener capacidad para pactar con todo el mundo y el gobierno que encabezará Laura Mintegi tendrá esa capacidad.

Y en el otro lado, ¿con quién pactará el PNV en caso de necesidad?

A Urkullu, que cuando salió de su conversación con Rajoy habló de la posibilidad de reeditar unos segundos pactos de La Moncloa, se le hace muy difícil reconocer que en el caso de coincidir con alguien, es con el PP. Pero aun así, los números no les dan. Tendrán el 37 o 38% de los votos, pero no más.

Habla de Laura Mintegi. ¿Cuál ha sido el proceso para designarla candidata por EH Bildu?

Si antes, cuando ya lo sabíamos, no dijimos quién era la candidata, ahora tampoco debemos decir el cómo. Pero en todo caso, cuenta con el beneplácito de las cuatro formaciones integradas en EH Bildu. Va a ser una candidata extraordinaria y una lehendakari excelente.

Es una persona que procede de la ortodoxia de la izquierda abertzale.

Eso lo han dicho quienes han querido socavar su designación. Tiene actitud y capacidad para el diálogo, está preparada y es, sin duda alguna, una perfecta candidata.

La izquierda abertzale nunca había designado candidato a lehendakari. ¿Por qué ahora sí?

Yo me encuentro profundamente satisfecho de que se dé primacía a la acción política y, por lo tanto, ahora estemos en una actitud en la que lo que debe prevalecer es la representatividad que el pueblo desee.

Diez años más tarde, la izquierda abertzale oficial parece haber asumido las tesis de Aralar.

Esas tesis siempre han estado en la izquierda abertzale. Cuando estábamos en Herri Batasuna, algunos defendíamos la necesidad de primar la acción política y participar en las instituciones con las que se estuviese de acuerdo, y también con las que no se estuviese de acuerdo. Evidentemente, hay que criticar cómo se constituyeron tanto el Estatuto de Gernika como el Amejoramiento, pero eso no nos tiene que impedir, y nos debe servir de acicate, para estar presentes en esas instituciones con las que somos tan críticos. Eso forma parte del acerbo político de EH Bildu.

¿Aralar tiene vigencia o al final se deberá dar la confluencia en la izquierda abertzale?

Nuestro proyecto original era una izquierda abertzale zibil eta zabala. Tenemos que aspirar a dar el paso siguiente, la reunificación, y eso lo pusimos sobre la mesa hace un año. Por acuerdo unánime de la Ejecutiva de Aralar se pidieron conversaciones a Batasuna, que nos dijo que para ellos primero era la legalización y la autoorganización.

¿Habrá un proceso de convergencia Sortu-Aralar?

Nosotros así lo vemos. Ellos aún no nos han contestado que sí. Las diferencias eran la existencia de la lucha armada y la primacía de la acción política. Todo eso es ya cosa hecha y por eso tenemos que defender lo que siempre hemos hecho.

Aintzane Ezenarro, Oxel Erostarbe y Mikel Basabe ya han dejado de ser parlamentarios vascos.

En la Ponencia de Paz pusimos sobre la mesa un principio democrático básico, el del diálogo sin exclusiones, y ellos abandonaron la disciplina del partido. Fueron utilizados por PNV, PSE y PP para romper Aralar, y en ese cometido jugó un papel importante Joseba Egibar, y lo digo con todas las palabras. Nosotros defendíamos que el diálogo con excepciones no es diálogo. A nivel personal nunca diré nada en contra de ellos. A nivel de su actuación política, merecen mi mayor rechazo. No solo han hecho un daño irreparable a Aralar, del que eran representantes, y muy brillantes por cierto, sino que han hecho un daño irreparable al diálogo, la paz y la igualdad.

¿La Ponencia no ha sido positiva?

Es muy negativa. Ha dado la cobertura al PP para seguir haciendo su política contra el diálogo. Ha sido contraria al diálogo y a la paz.

¿Cuál es la situación de Nafarroa?

A Navarra le conviene un gobierno alternativo, diferente al que ha comandado UPN en los últimos 30 años. Esa es la apuesta que debe hacerse en el futuro y esa apuesta es posible después de que haya cambiado la correlación de fuerzas. Entre Nafarroa Bai y Bildu somos una mayoría diferente a la del PSN. Nosotros no somos bisagra, somos alternativa. La bisagra necesaria sería el PSN, tendrá que optar y no tendrá más remedio que optar por las posturas progresistas.

¿Cómo es actualmente su relación con Geroa Bai?

Con muchas dificultades. El 90% de los votantes de Nafarroa Bai y de Geroa Bai se consideran de izquierdas y, sin embargo, la política que ha apuntado en muchas ocasiones Geroa Bai ha sido de derechas. Por ejemplo, en materia de pacificación nunca se ha posicionado a favor de los presos y nunca ha estado en la reivindicación del derecho a decidir de Navarra.

Zabaleta defiende que las tesis de Aralar siempre han estado en la izquierda abertzale. fotografías: Iban Aguinaga

"Ezenarro, Erostarbe y Basabe han hecho un daño irreparable al diálogo y a la paz"

"Tenemos que dar el paso siguiente, la reunificación de la izquierda abertzale"