Madrid. El presidente del Poder Judicial, Carlos Dívar, abandonará su cargo, pero a su manera. Después de que el pleno extraordinario del CGPJ celebrado ayer expresara de forma mayoritaria su pérdida de confianza en su presidente -por boca de 14 de sus 20 miembros, 21 con el propio Dívar-, el aludido se dio por enterado y anunció que adoptará "una postura rotunda y contundente". Eso sí, lo hará la próxima semana, previsiblemente en el nuevo pleno extraordinario convocado el jueves para abordar, de nuevo, la difícil situación que atraviesa el Poder Judicial a cuenta de los viajes privados realizados por su presidente cuyo coste cargó a los presupuestos del CGPJ.
Los vocales aceptaron esta prórroga de unos días y acordaron por unanimidad trasladar al cónclave de la semana que viene los dos puntos del orden del día de ayer: la petición de dimisión de Carlos Dívar solicitada por cuatro miembros del sector progresista -Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Carles Cruz-, y la exigencia de su cese planteada por José Manuel Gómez Benítez, quien destapó el escándalo de los viajes del presidente del Poder Judicial. Pese a esta decisión, los cuatro miembros que reclamaban la dimisión, junto con Margarita Uria, emitieron un voto particular concurrente en el que consideraban que la dimisión se debería haber materializado en el día de ayer.
La decisión de aplazar la salida de Dívar no es casual, ya que permitirá a éste inaugurar mañana junto al monarca español los actos conmemorativos del bicentenario del Tribunal Supremo, órgano que también preside. Es bien sabido que Carlos Dívar había preparado con especial mimo esta importante cita, en la que tiene previsto pronunciar un discurso. Si hubiera abandonado el cargo antes de su celebración, se habría generado una situación incómoda, por lo que diversas fuentes calificaron como un acto de "responsabilidad" que se haya permitido aplazar la dimisión.
Toda vez que los actos por el aniversario del Supremo continuarán el miércoles con un viaje a Cádiz de la Sala del Gobierno del alto tribunal junto a presidentes de Cortes Supremas iberoamericanas, otras fuentes consideraban que la salida podría producirse el martes. Sin embargo, la posibilidad más plausible es que Carlos Dívar anuncie su dimisión en el pleno del jueves, antes incluso de que se sometan a debate y votación los dos puntos del orden del día.
Solución "Está bastante claro lo que quiero decir". Así lo afirmó ayer el presidente del CGPJ tras reconocer ante el pleno que la situación en el máximo órgano de gobierno de los jueces es "insostenible". Agregó que esta semana adoptará "una postura rotunda y contundente" sobre las peticiones para que dimita. El pleno comenzó con la lectura del escrito presentado por cuatro vocales solicitando la dimisión de Dívar. En el texto señalaban que "la mínima demora" en la adopción de esta decisión "impide la recuperación de la confianza en la justicia". Inmediatamente después, 14 de los 20 vocales intervinieron para exteriorizar su pérdida de confianza en su presidente. Se trata de una mayoría suficiente para aprobar la dimisión, en caso de que se hubiera votado.
Tras escucharles, Dívar manifestó que participa del "criterio de todos los que han hablado y comparto que la situación es insostenible". Entonces se alcanzó una solución de compromiso en la que, en lugar de votarse las propuestas de dimisión o cese, se adoptó por unanimidad un acuerdo que refleja el "sentido mayoritario de pérdida de confianza". La portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, dio lectura después en rueda de prensa al texto acordado. Pese a que ni ella misma ni el propio Dívar se refirieron de forma expresa a la dimisión de este último, vocales de todos los sectores interpretaron inequívocamente sus palabras como un compromiso en firme para dejar el cargo.
A la salida del pleno, José Manuel Gómez Benítez, que sacó a la luz este escándalo, afirmó que "ha sido una decisión muy positiva y a nadie le cabe la menor duda de que antes del jueves se producirá la dimisión. El presidente sabe que la situación es insostenible".