Vitoria. Desvelaba el pasado domingo en una conversación con periodistas el diputado general alavés, Javier de Andrés, que diputaciones y Gobierno Vasco habían llegado a un principio de acuerdo para recortar sus respectivos presupuestos tras certificar el importante desplome en la recaudación de las arcas forales durante el primer cuatrimestre, del 7,5% sobre lo previsto. El resto de instituciones se apresuró a negar la existencia de ningún acuerdo. Pero ayer el lehendakari, Patxi López, abrió nuevamente la puerta que a comienzos de semana había cerrado el secretario general de Lehendakaritza y, sobre todo, la portavoz del Gobierno Vasco, que aseguraba el martes que la caída de la recaudación no iba a conllevar nuevos recortes.
En una entrevista en Radio Euskadi, López no se sumó al tijeretazo de las Cuentas que ya ha iniciado la Diputación alavesa, pero sí consideró "posible" que su Ejecutivo decida "más ajustes" a lo largo del año si los datos de recaudación siguen siendo tan negativos -Mendia recordaba el martes que los datos del primer cuatrimestre no son del todo significativos porque apenas contemplan el grueso recaudatorio de las haciendas, sustentando en el IRPF-. "La recaudación dictará si hay que hacerlo", insistió en cualquier caso ayer el lehendakari, que sí insistió en que esos eventuales recortes no traspasarán las "líneas rojas de la educación y la sanidad".
Tanto el consejero de Economía, Carlos Aguirre, como el PSE defendieron el lunes en el Pleno de fiscalidad su apuesta por frenar ya la vía del recorte público y abordar el incremento de ingresos, a través del endeudamiento -Aguirre vio margen para ello, aunque el jueves Fitch rebajó la calificación de la deuda vasca lo que podría encarecer su colocación- y, sobre todo, de una reforma del sistema tributario cuyo debate pretende llevar a las Juntas Generales pero que, de fructificar, probablemente ya no tendría efecto sobre los ingresos de este año, sino sobre los de 2013.
Con este escenario de fondo, lo que sí negó López fueron las acusaciones que el jueves le dirigieron tanto populares como jeltzales sobre el incremento de gasto de su Ejecutivo. Aseguró el lehendakari que a final de año las Cuentas vascas cumplirán "a rajatabla esa reducción prevista en el plan de reequilibrio". Le vinieron a respaldar las estadísticas al jefe del Ejecutivo vasco, pues en el balance presentado en el Consejo de Ministros sobre el déficit autonómico, Euskadi es la única comunidad del Estado que presenta superávit, un ligero 0,25% del PIB.
'marca euskadi-marca españa' Pero ayer el tema de debate, en este caso entre el lehendakari y el PNV, fue la recurrente controversia en torno a la marca España. El presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, fue ayer tajante al respecto, destacando la importancia de impulsar en el exterior la marca Euskadi-Basque Country para poder "alejarse de la carga que supone la marca España" para la economía vasca.
En este sentido, Urkullu insistió en Euskadi Irratia en que España muestra "una falta de credibilidad" que hace que "todo lo que esté bajo esa marca también la sufra". "Quizás en el exterior deberíamos tener la marca Basque Country, una marca que refleje nuestra identidad, realizando un planteamiento que explique bien nuestra foto, para que nuestras empresas se diferencien y puedan alejarse de la carga que supone la marca España", insistió. Planteamiento opuesto al del lehendakari, que consideró que "habrá momentos" en los que la marca España "pueda tener más ventajas y otras en las que tendrá más inconvenientes", pero "el paquete completo es positivo", esgrimiendo por ejemplo que el coste de las pensiones supondría para Euskadi un déficit de 700 millones al año.