Dublín. El viceministro principal norirlandés y número dos de la formación nacionalista Sinn Féin, Martin McGuinness, cree que Irlanda del Norte está lista para convocar en cuatro años un referéndum sobre la adhesión de este territorio bajo dominación británica a la República de Irlanda. En una entrevista que publicaba ayer el rotativo The Examiner, el dirigente católico nacionalista, excomandante del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) durante el conflicto en los condados controlados por Londres, dice que no ve "razón alguna" por la que no deba considerarse esta opción. Su objetivo es que los norirlandeses puedan pronunciarse después de las elecciones autonómicas de "2015 o 2016", fecha esta última de gran significado histórico para el Sinn Féin pues marca el centenario del Levantamiento de Pascua, una sangrienta revuelta que desembocó en la guerra de independencia irlandesa contra la ocupación del Reino Unido (1919-1921).
El Gobierno de Londres firmó una tregua con Dublín en 1921 y dos años después se fundó el Estado Libre irlandés, aunque el Gobierno británico dejó bajo su jurisdicción a seis de los nueve condados que componen la región del Ulster, origen del conflicto que aún afecta a esta parte de la isla. "Me parece un calendario razonable. Se trataría de preguntar a la gente de los seis condados si quiere mantener el vínculo con lo que se llama el Reino Unido o quiere ser parte de una Irlanda unida", explica McGuinness.
El líder católico norirlandés dice que a sus socios protestantes en el Gobierno autónomo norirlandés, el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), se les puede "persuadir" para que acepten esta iniciativa.
Derecho de autodeterminación Según los términos del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), aun si los unionistas accediesen a esa petición, la última palabra la tiene el Gobierno británico, envuelto ahora en una disputa con los nacionalistas escoceses, que han anunciado la convocatoria de un referéndum sobre la independencia para el año 2014. El acuerdo de paz de Viernes Santo se basa en cuatro pilares; la devolución de poder político -Asamblea de Irlanda del Norte- la excarcelación de todos los presos -la mayoría del IRA-, el desarme de todos los grupos armados y fundamentalmente el reconocimiento del derecho de autodeterminación para los 6 condados del norte bajo la soberanía británica.
En opinión de McGuinness, la grave crisis económica y financiera que sufre Irlanda no influiría negativamente en la intención de los votantes de abandonar la unión con Londres. "Sería un error pensar que la gente va a decidir su futuro según lo que ha sido un periodo particularmente desastroso en la gestión de la economía por el Gobierno de Dublín", señala el vicepresidente del Ejecutivo norirlandés.
La ciudadanía tomará una decisión que debería evaluar el "potencial" que presenta la reunificación irlandesa para la economía y "la estabilidad política", añade.
Aunque los expertos demográficos apuntan a que en los próximos años la población de origen católico superará a la protestante en Irlanda del Norte, McGuinness considera "demasiado sectario" esperar que el electorado se pronuncie atendiendo a cuestiones estrictamente religiosas.