Vitoria. Cuatro meses después de hacerse a un lado y dejar a PNV, PSE y PP tomar las riendas de Eudel con una candidatura continuista, Bildu por fin ha hecho valer su mayoría en la Asamblea de Municipios Vascos. La coalición, tras hacerse con 106 de los 251 ayuntamientos asociados en las pasadas elecciones municipales de mayo, rechazó entrar en la Ejecutiva y dejó cojo un organismo que en los últimos cuatro años había peleado por hacerse ver y escuchar dentro del denso panorama institucional vasco.

El jueves, alcaldes de la coalición abertzale instaban a la Ejecutiva que preside la jeltzale Ibone Bengoetxea a debatir públicamente sobre las funciones y el espíritu que debe regir la asociación, y amenazaron con forzar el debate de forma unilateral si no hay respuesta a su oferta de diálogo. Bildu tienen votos suficientes en la Asamblea de Eudel como para obligar a la Junta directiva a entrar al debate. Lo cierto es que la coalición ya advirtió, en la Asamblea Extraordinaria de la que salió elegida Bengoetxea, sobre la necesidad de repensar el modelo de Eudel, un movimiento que se interpretó como una manera de hacerse a un lado y desactivar la asociación más por omisión que por acción.

Con Bildu en un papel pasivo, Eudel representaría sólo a la mitad de los ayuntamientos vascos y recortaría su autoridad en el Consejo Vasco de Finanzas y en cuantos foros interinstitucionales se celebren en Euskadi.

Sin embargo, Bildu sólo se quitó del medio para conceder a la nueva Junta los cien días de rigor, y ahora contraataca con una mano tendida y la exhibición de su capacidad de poder en el municipalismo vasco en la otra. El hecho de que el pasado mes de octubre los recién absueltos miembros de Udalbiltza llamaran a continuar con la senda emprendida por este colectivo soberanista puede llevar a pensar que la izquierda abertzale, EA y Alternatiba no han mostrado todas sus cartas y que su plan de actuación en el ámbito municipal puede tener más recorrido del hasta ahora mostrado. Arrinconando a Eudel, por ejemplo, para reactivar la Asamblea de Electos Vascos interceptada en el camino por el juez Garzón y exonerada ocho años después por la propia Audiencia Nacional.

Sin embargo, fuentes de Bildu indican a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA que Udalbiltza y Eudel son "dos ámbitos diferentes" y no necesariamente incompatibles. De hecho, desde la coalición abertzale se asegura que si la Ejecutiva que preside Ibone Bengoetxea atiende a su petición de debatir sobre el futuro de Eudel, Bildu está dispuesta a participar en el día a día de la asociación. Eso sí, "no pueden seguir por su propio camino" y por ello es obligada esa "reflexión conjunta" en un organismo en el que, a día de hoy, "no está la mitad del país".

al calor de lizarra Udalbiltza nació al calor del pacto de Lizarra, en 1999, e inspirada en el Estatuto que en esta misma localidad fue aprobado en 1931 por alcaldes de Navarra, Álava, Gipuzkoa y Bizkaia. Se apeló entonces al ámbito municipal para sortear la división territorial, un intento posteriormente abortado pero que la izquierda abertzale decidió retomar en los albores del siglo XXI para llevar a buen puerto el acuerdo alcanzado entre el nacionalismo vasco y ETA. Es por tanto un organismo de carácter soberanista en el que el municipalismo se subordina a la consecución de la unidad política de Euskal Herria. Eudel es otra cosa.

"intereses de partido" La propia Bildu recordaba en su rueda de prensa del jueves el carácter técnico de la asociación, y no criticaba tanto el que no tenga un fin soberanista como la a su juicio escasa oposición a proyectos que afectan a los ayuntamientos, como la Ley Municipal o la de Cajas, y el supuesto partidismo que según la izquierda abertzale, EA y Alternatiba ejercen PNV, PSE y PP en el seno de la asociación. "Los partidos mencionados han utilizado durante años Eudel como instrumento de desarrollo de una política municipal conforme a sus intereses de partido", afirmaban el alcalde de Lasarte-Oria, Pablo Barrio; el de Zarautz, Juan Luis Illarramendi; y la concejala de Eibar Begoña Vesga.

La alianza entre socialistas, populares y jeltzales se gestó a última hora. El PNV asegura que trató de negociar una candidatura conjunta junto con Bildu sin obtener respuesta, tras lo cual PP y PSE le recibieron con los brazos abiertos, después de que los nacionalistas rechazaran formar la misma entente para evitar el Gobierno de Bildu en la Diputación guipuzcoana.