Madrid/Barcelona. Varios centenares de personas denunciaron ayer en las plazas y calles de una treintena de ciudades de todo el país la precaria situación que padecen más de 30.000 personas y en la que "cualquiera puede caer" y que cada vez afecta a más personas, especialmente mujeres y jóvenes. También reclamaron más ayudas y facilidades de las administraciones para superar esta grave situación.
"Sin la ayuda adecuada no es posible salir de la calle", subrayó Miguel Ángel, gaditano de 40 años que trabajaba en "el mundo del transporte", que se quedó sin empleo y sin ayudas y hoy se siente afortunado de vivir en un centro de acogida y de ser el responsable de leer el manifiesto del Día de las Personas sin Hogar.
Sin empadronamiento, no hay acceso a la formación laboral, a las ofertas de empleo, no hay posibilidad de votar y tampoco es posible acceder a una tarjeta sanitaria, lo que "en una calle que mata es una limitación tremenda" leyó Miguel Ángel.
Con sus caras ocultas por caretas blancas y enarbolando carteles elaborados con papel de periódico, más de 200 personas denunciaron ayer en la Plaza de la Ópera de Madrid su situación y las dificultades que encuentran para realizar trámites básicos como empadronarse.
"Los servicios sociales deberían ser más eficaces y tener más medios" que garanticen plazas suficientes en los centros de acogida, y ayudas a la educación, la salud y la búsqueda de trabajo, porque "sin ayuda integral y de largo plazo es imposible salir adelante", resumió la responsable del programa de Personas sin Hogar de Cáritas, Sonia Olea.
Cáritas, la Federación de Entidades de Apoyo a las Personas Sin Hogar (FACIAM) y otras organizaciones de apoyo a este colectivo que organizaron esta protesta denunciaron el agravamiento de la situación, con más desempleo; más personas que buscan refugio en casas de familiares y amigos; más hacinamiento; y más "pisos patera" no solo de emigrantes. Asimismo, reclaman más facilidades para empadronarse, además de más medios y mejor coordinación de los servicios sociales que permitan abordar todos los frentes -alimentos, hogar, trabajo, educación- de manera coordinada para prevenir la "caída a la calle".