vitoria. El otoño se ha instalado por fin en Álava con todas las consecuencias. Después de volver a sentir el frío durante las últimas noches tras unas semanas atípicas, el territorio amaneció ayer zarandeado por un intenso temporal de viento que se dejó sentir especialmente en sus áreas expuestas de montaña. Las rachas llegaron a superar en algunos casos los 100 kilómetros por hora pero, por suerte, no provocaron daños personales ni materiales de importancia.
Este fenómeno "habitual" en las actuales fechas a juicio del director de Euskalmet, José Antonio Aranda, tendrá continuidad en los próximos días una vez superada la calma que reinó durante la tarde de ayer y persistirá hoy. Mañana y el jueves el viento volverá a soplar de componente sur con mucha fuerza, por lo que toda precaución será poca según el responsable de la Agencia Vasca de Meteorología. "Es probable que tengamos más temporales a lo largo del mes. De todas formas, el que se avecina lo más probable es que no tenga la virulencia del de hoy -por ayer-, pero también será vivo", detalló Aranda en declaraciones a este periódico.
El aviso amarillo decretado por la dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco a medianoche de ayer concluyó al filo de las 15.00 horas, después de que el viento girase de sur a suroeste y oeste y perdiese intensidad. De esta forma finalizaron las situaciones de peligro, concentradas principalmente entre las 5.00 y las 10.00 horas. Fue en este intervalo temporal cuando se registraron las rachas más fuertes en la provincia. Las más intensas tuvieron a la pequeña localidad de Navarrete, en plena Montaña alavesa, como escenario: 100,5 km/h. a las 6.20 horas. La siguió el puerto de Zaldiaran, con 96,7 km/h., y bastante más atrás quedó Gasteiz, con unas rachas máximas de 69,5 km/h. a las 8.20 horas. Los registros alaveses se quedaron lejos de los más fuertes registrados a lo largo de la geografía vasca, con Oiz (129,5 km/h.) y Jaizkibel (128,1) como máximos exponentes.
Curiosamente, las actuaciones más destacables de los Bomberos se registraron el domingo, cuando las fuertes rachas provocaron varias intervenciones del cuerpo de Vitoria. Pasadas las 15.30 horas, varios dotaciones tuvieron que acudir al Campo de los Palacios para cortar y retirar la rama de un árbol y una hora más tarde al número 25 de la calle Olaguibel para asegurar los toldos del andamiaje de una obra que el viento había soltado. También se activó la alarma de una grúa situada en el patio del colegio Urkide, en la calle Magdalena, que los Bomberos tuvieron que desconectar del cuadro eléctrico.
Además, el viento activó un incendio declarado en Legarda en un montón de maderas de obra que se encontraba en el recinto de una casa en rehabilitación. El aire impulsó las llamas, que prendieron el rastrojo de una finca colindante y dirigieron el fuego hacia un vallado donde se almacenaba el material de obra de otra casa en construcción. Éste resultó ligeramente dañado y los Bomberos tardaron casi dos horas en controlar el fuego
También recibieron el aviso de la reignición de los restos de paja del camión siniestrado en la N-I el día anterior, que apagaron con agua, y otro en Lapuebla de Labarca, en la rivera del Ebro y muy cerca de una máquina. Los bomberos trabajaron durante más de una hora en la extinción de este fuego, que quemó maleza y restos de una tala.
Vitoria se despertó ayer con varias escenas típicas de esta época, marcadas por la presencia de hojas y ramas de árboles desperdigadas en numerosas calzadas. A lo largo de la mañana, según informaron fuentes municipales, los Bomberos tuvieron que realizar seis intervenciones más como consecuencia del viento, entre las que destacó la retirada de varias contraventanas "inestables" en el número 56 de bulevar de Salburua.
En otro orden de cosas, un vuelo de la compañía Air Nostrum que cubría el trayecto A Coruña-Bilbao tuvo que ser desviado al aeropuerto de Foronda debido al temporal. Aterrizó en Vitoria alrededor de las 10.00 horas y, posteriormente, despegó con destino Sevilla una vez que sus pasajeros fueron trasladados en autobús hasta el aeródromo de la capital alavesa. "No ha sido un día especialmente malo", aseguraron fuentes de Aena. Para hoy, Euskalmet prevé una jornada de transición con cielos parcialmente nubosos y temperaturas que no pasarán de los 15 grados en vitoria