La planta de biomasa alavesa en la que la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) tiene previsto invertir 60 millones de euros cuenta con promotores y ubicación. La empresa Consultoría y Medio Ambiente Vitoria S.L., participada al 50% por el exconcejal del PP en Vitoria José Antonio Pizarro y por el exdirector del Observatorio municipal de Sostenibilidad, Jorge Ozcáriz, tiene previsto encargarse de su gestión en el polígono industrial de Jundiz, tal y como hace constar en sus datos del registro mercantil. No es la primera vez que los nombres de Pizarro y FCC aparecen juntos en informaciones relacionadas con Álava, ya que justo después de su paso por el Ayuntamiento de Vitoria como edil de Medio Ambiente se firmó un contrato de limpieza por valor de cerca de 180 millones que aún vincula a la compañía multinacional con la capital alavesa.

Según figura en la resolución de 22 de marzo de 2011 del viceconsejero de Industria y Energía del Gobierno Vasco, Xabier Garmendia, la firma Consultoría y Medio Ambiente Vitoria S.L. ha resultado ser la beneficiaria de una ayuda "para la implantación, en el territorio histórico de Álava, de una planta de aprovechamiento energético de la paja de cereal". La misma en la que ahora FCC anuncia su participación, según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA a través de fuentes forales.

objeto social Aunque la empresa no se dedicaba anteriormente al tratamiento de biomasa, en enero de 2011 sus dos administradores solidarios procedieron a la ampliación del objeto social de la firma. De ofrecer "servicios de empresa, elaboración de informes, realización de auditorías y diagnósticos, evaluaciones de riesgos ambientales, así como seguimiento, redacción y control de proyectos", la firma pasó en enero de 2011 a ofertar la "promoción, desarrollo e implantación de proyectos de energías renovables, biomasa, eólica, solar, fotovoltaica, geotérmica y otras energías renovables, además de la promoción, desarrollo e implantación de proyectos de carácter medioambiental y de cogeneración energética", tal y como consta en el registro mercantil.

Pero la evolución no se detuvo ahí. El 17 de junio, los dos socios volvieron a modificar el ámbito competencial de su firma para incorporar "la promoción, ejecución, desarrollo, construcción, operación, mantenimiento, generación de energía eléctrica y térmica y posterior venta de dicha energía producida por la planta de aprovechamiento energético de paja de cereal en el polígono industrial de Jundiz en Vitoria". Todo un alarde de previsión que les ha colocado a la cabeza de la parrilla de salida de las iniciativas verdes subvencionadas por la Administración autonómica.

De hecho, la previsión que siempre ha acompañado a Pizarro y Ozcáriz en sus aventuras empresariales les llevó a dirigirse al ámbito foral alavés ya en 2008. Según recuerda la gente de la casa, en aquél entonces solicitaron alternativas de suelo a bajo coste en las que implantar su proyecto de empresa de aprovechamiento de biomasa. Sin embargo, su paso por la plaza de La Provincia no les reportó entonces ni terreno ni ayudas.

ayuda aprobada Su suerte mejoró notablemente en noviembre de 2010 cuando, a instancias del Partido Popular como socio preferente del gabinete López en el Gobierno Vasco, se anunció la decisión de reservar una partida de 8 millones de euros para "impulsar la puesta en marcha de una planta de biomasa a partir de la paja de cereal en la provincia de Álava". Señalaba la información que acompañaba al anuncio que el Departamento vasco de Industria, a fin de garantizar la eficiencia y la rentabilidad de este tipo de instalaciones, apostaba por incentivar "un único proyecto", dotado de un "óptimo dimensionamiento" y de "una adecuada ubicación".

A raíz de aquella decisión, en marzo de 2011 llegó la citada resolución de Garmendia en la que se publicitaba el nombre de la firma beneficiaria de los 8 millones, a entregarse en cuatro anualidades. No obstante, tal y como han constatado fuentes del Departamento vasco de Industria, el proceso se encuentra ahora mismo en plena fase de análisis. La entrega del dinero se halla condicionada al cumplimiento de una serie de cláusulas suspensivas que, en caso de no garantizarse, eliminarían a la firma de la ecuación, si bien las mismas fuentes subrayaron que Consultoría y Medio Ambiente Vitoria S.L. fue la única empresa que se presentó a la convocatoria. Así las cosas, queda claro que Álava sólo albergará una planta de estas características y que, a tenor de lo que expone en su objeto social la empresa que ha logrado la ayuda pública para gestionarla, se implantará en Jundiz.

La viabilidad económica de la iniciativa fue precisamente la que, tras diversas valoraciones, hizo retirarse del proyecto a Bigenia, otra de las empresas especializadas en biomasa que se interesaron por la planta alavesa. Según explicaron sus responsables a este diario, una reunión celebrada en el Gran Hotel Lakua con la asociación encargada de la gestión de la paja en el territorio les bastó para echarse atrás. Las condiciones impuestas por este gremio les hizo rehusar, a pesar de que el territorio produce 180.000 toneladas de paja al año y, lo que es más importante, de forma regular independientemente del clima que haga.

Según se precisó en su día, la subvención de ocho millones del Gobierno Vasco no excederá del 45% de los costes subvencionables de la planta, si bien el importe podría llegar a aumentarse en un 10% si se trata de una mediana empresa o incluso en un 20% si esta es pequeña.

Además de continuar adelante con la firma Consultoría y Medio Ambiente Vitoria Sociedad Limitada, Pizarro y Ozcáriz han iniciado conjuntamente en mayo de este mismo año una nueva aventura empresarial con la creación de Consultoría Medioambiental Asociados Vitoria Sociedad Limitada. Un nuevo negocio de nombre muy similar, lo cual puede llevar a equívoco, pero que comparte sede social con la anterior en el número uno de la calle Los Olmos de Vitoria. El objeto social de esta sociedad consiste en "servicios a empresas, elaboración de informes, auditorías y diagnósticos ambientales, evolución de riesgos ambientales, tramitaciones administrativas, gestión de recursos, organización de procesos y procedimientos empresariales, consultoría y certificación empresarial". Ahondando en el camino ya conocido.

contrato de limpieza Una de las primeras ocasiones en la que los medios de comunicación gasteiztarras escribieron juntos los nombres del exconcejal y FCC, la información aludía a la adjudicación para el concurso municipal de la contrata de basuras. Corría el año 2005 y en el Ayuntamiento de Vitoria gobernaba el PP, con Alfonso Alonso como alcalde. Tal y como recuerdan los periódicos de aquel año, el rumor del momento versaba sobre la posibilidad de que las empresas Cespa y FCC se asociaran para gestionar la limpieza de la ciudad. Cespa emitió un comunicado negando tanto este extremo como que el ya exconcejal de Medio Ambiente, José Antonio Pizarro, hubiera compartido almuerzo con su gerente en Vitoria, Roberto San Miguel. Lo que sí admitía la nota era que ambos se habían encontrado en un bar de la calle Dato.

Ante tantos dimes y diretes, Alfonso Alonso se vio obligado a intervenir para tratar de atajar la cuestión manifestando que el concurso "no estaba amañado". Las suspicacias no se aplacaron tras hacerse pública en febrero de 2006 la adjudicación del contrato a FCC, firma que también resultó por aquellas mismas fechas beneficiaria de la controvertida reforma de la manzana de la plaza de toros. Un pacto de ocho años que vincularía a FCC a la limpieza de Vitoria hasta 2014. La oposición se mostró descontenta, aunque no sorprendida, con la decisión del equipo de gobierno y el por entonces concejal socialista -que luego heredaría la cartera de Limpieza- José Manuel Bully criticó el modo en el que el gabinete Alonso había llevado a cabo el proceso de elección por considerar "subjetivo" y "ambiguo" el pliego de condiciones. Sustentaban sus acusaciones en que el pliego de condiciones presentado por Vitoria era calcado -salvo en lo relativo a los criterios de valoración, que resultaron aún más polémicos en el caso de Vitoria- del emitido en su día por Bilbao para el mismo fin y que había tenido como ganadora, curiosamente, también a FCC.

Con la experiencia adquirida en el mundo medioambiental y una nutrida agenda de contactos, Pizarro había abandonado el organigrama municipal en diciembre de 2004. A comienzos de 2008, con Patxi Lazcoz en la Alcaldía, hizo lo propio Jorge Ozcáriz, por entonces director del Observatorio de Sostenibilidad. Aquello abrió una crisis en el seno del Departamento municipal, pues sucedía a la dimisión del director del Centro de Estudios Ambientales (CEA), Luis Andrés Orive, quien ya bajo la batuta del popular Javier Maroto ha sido repescado para liderar las políticas medioambientales de Vitoria. Tan sólo dos meses después de la controvertida partida de Ozcáriz, se conoció que José Antonio Pizarro y él creaban una asesoría medioambiental.

Al margen de las cuestiones vinculadas a la limpieza de la ciudad y a la ejecución, a través de contratas, de la macrocárcel de Zaballa, el nombre de FCC no ha vuelto a aparecer en las informaciones del territorio hasta el anuncio la semana pasada de su intención de entrar en el sector de la biomasa con la construcción en Álava de una planta de este tipo de generación de energía de 20 megavatios de potencia. La instalación supondrá una inversión de entre 50 y 60 millones de euros. El proyecto se enmarca en la estrategia del grupo controlado por Esther Koplowitz de diversificar los negocios de su nueva división de energía, hasta ahora integrada por instalaciones eólicas, fotovoltaicas y termosolares.