BILBAO. El Sindicato Médico de Euskadi (SME) y la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi (FFHE) han anunciado hoy que impugnarán ante los tribunales la Oferta Pública de Empleo (OPE) convocada por el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza el pasado miércoles.

Ambas organizaciones, que representan a la mayoría de los médicos de Osakidetza, consideran que la citada OPE presenta "algunos aspectos de legalidad más que dudosa", que, incluso, "podrían vulnerar diversos derechos constitucionales", según indican en un comunicado.

Las dos asociaciones critican la OPE porque pese a que el número de plazas convocado es alto "no supone sino una fracción del volumen de empleo eventual que soporta la sanidad pública vasca" y añaden que "estabilizar más plazas no significa un coste económico adicional".

También estiman que en la convocatoria no se fijan "criterios objetivos y susceptibles de control externo" para determinar qué plazas se convocan, ni se especifica qué destinos integrarán la OPE.

Tanto el SME como la FFHE destacan, asimismo, que esta OPE presenta un "déficit" de control externo ya que "por primera vez" los tribunales de la oposición no contarán con vocales propuestos por instituciones independientes de la dirección de Osakidetza, como representantes de los trabajadores, colegios profesionales o sociedades científicas de cada especialidad médica.

Tampoco están de acuerdo con la modalidad de examen de la OPE y apuestan por una reforma del sistema de acceso a las plazas ofertadas, en el que se valore el conocimiento teórico, pero "sin que suponga una 'via crucis' para médicos que llevan años trabajando".

Otro punto en contra de esta convocatoria, según indican, es el hecho de que la dirección de Osakidetza no haya conseguido el apoyo de ninguna organización sindical lo que, según apuntan, "se da por primera vez en la historia de la empresa pública más grande de Euskadi".

La OPE oferta un total de 2.600 plazas, de las que 320 son de nueva creación y 2.280 puestos reservados a personal interno, lo que la convierte en la mayor convocatoria pública de empleo en materia sanitaria que se hace este año en España.

El modelo de examen consistirá en un test sobre un temario y no en una batería de preguntas como se hizo en anteriores convocatorias.