BARCELONA. Los cinco presidentes de grupo se han presentado como candidatos a alcalde y los concejales han votado en secreto. Xavier Trias ha conseguido el apoyo de 17 concejales; Jordi Hereu (PSC), el de 11; Alberto Fernández (PPC), 8; Ricard Gomà (ICV-EUiA), 5 y Jordi Portabella (Unitat per Barcelona), ninguno.
Del escrutinio, que ha sido secreto, puede deducirse que Unitat per Barcelona, con sólo dos concejales -Jordi Portabella (ERC) y Joan Laporta (DC)-, ha dado su apoyo a Trias.
El acto de constitución del ayuntamiento de la capital de Cataluña ha comenzado a las 10.17 horas en el gótico Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, donde se ha formado la mesa de edad, a cargo de Gloria Martín (PPC) y Janet Sánchez (ICV-EUiA).
Al acto asisten las primeras autoridades civiles y militares de Cataluña, y son más de 500 los invitados que se reparten entre el Saló de Cent y los adyacentes.
En la primera fila podía verse a los expresidentes de la Generalitat Pasqual Maragall y Jordi Pujol, mientras que en representación del Gobierno catalán asiste la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y está presente también la presidenta del Parlamento de Cataluña, Núria de Gispert.
Antes y durante el acto de toma de posesión, medio centenar de personas, convocadas por la Asamblea de Trabajadores en Paro de Barcelona, y una decena de los indignados que estaban en la plaza de Cataluña han abucheado y han hecho sonar las cacerolas a la entrada de los invitados a la investiura.
Con un fuerte dispositivo policial y detrás de unas vallas, los manifetantes se han desgañitado a la llegada de cada coche oficial con gritos como: "No nos representan", "Qué vergüenza", "No hay pan para tanto chorizo", "Nuestra miseria no es culpa nuestra", "Trabajo o prestación" y otras consignas a favor del transporte público, para mostrar su indignación por tanto coche oficial.
El nuevo alcalde, Xavier Trias, que ha coincidido en la entrada con el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, con quien se ha abrazado para entrar en el ayuntamiento, ha recibido la más sonora pitada de los manifestantes.
Mientras se desarrollaba el pleno de investidura de Trias como primer alcalde nacionalista de la ciudad, los manifestantes han seguido haciendo sonar silbatos y golpeando las cacerolas y las vallas en señal de protesta.