madrid. La reapertura por la Audiencia Provincial de Madrid del caso del presunto espionaje a políticos del PP, entre ellos el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y el exconsejero de Justicia Alfredo Prada, ha sorprendido al Gobierno regional que considera un "récord" tanta rapidez en la Justicia. El vicepresidente del Ejecutivo regional, Ignacio González, calificó ayer de "sorprendente" que después de año y medio de instrucción y de que se archivara dos veces el presunto caso, ahora, "en tan sólo 14 días", se nombra a una ponente -Luz Almeida Castro- y se reabre de nuevo la causa. Y es que la Sección 16 de la Audiencia Provincial dio a conocer el miércoles el auto que estima el recurso de apelación presentado por el Grupo Socialista en la Asamblea regional contra el sobreseimiento del caso.

El auto de los tres magistrados del tribunal madrileño y del que es ponente Almeida estima que no existen motivos para proceder al sobreseimiento porque hay "indicios suficientes" de la comisión de delitos de malversación de caudales públicos. El PP impugnó la apelación del PSOE al considerar que el delito de malversación no se pudo acreditar, y negó que los teléfonos o vehículos utilizados por los imputados -los funcionarios Sergio Gamón Serrano, José Oreja Sánchez, José Luis Caro Vinagre y Antonio Coronado Martínez- se destinaran con carácter principal a las actividades denunciadas.

Ignacio González, "número dos" de Aguirre recalcó ayer que "respeta la resolución judicial", aunque puso el punto de mira en la ponente, Luz Almeida, por ser hermana de la abogada y exdiputada socialista, Cristina Almeida que, además, ejercía como sustituta. Otros dirigentes del PP madrileño también cuestionaron el papel de Almeida, como la secretaria de Comunicación y consejera, Lucía Figar.