TÚNEZ. El propietario de la cadena de televisión privada "Hannibal TV", Larbi Nasra, próximo a la familia del presidente depuesto Ben Alí, ha sido detenido bajo la acusación de "alta traición" y "tentativa de atentado contra la seguridad del Estado", informó hoy la agencia oficial tunecina TAP.
Según la agencia oficial, Nasra intentó a través de su cadena de televisión favorecer el regreso del presidente derrocado al poder y persiguió "que fracasara la revolución de los jóvenes, sembrar el desorden, e incitar a la desobediencia civil".
"Hannibal TV difundió falsas informaciones con el objetivo de crear un vació constitucional, sabotear la estabilidad del país y empujarle al caos", señaló la TAP, que cita una "fuente autorizada".
Larbi Nasra era conocido en Túnez como uno de los hombres de paja del clan de los Trabelsi, la familia política de Ben Alí.
Según indicaron a EFE fuentes gubernativas, la policía encontró en el registro de su domicilio diversas armas y su cadena ha dejado de emitir hoy.
Las acusaciones contra él son similares a las que pesan sobre el jefe de la guardia presidencial del antiguo presidente, Ali Zariati, detenido la semana pasada cuando intentaba abandonar el país cerca de la frontera con Libia, indicaron las mismas fuentes.
La agencia oficial del país había anunciado igualmente esta mañana las detenciones del ex ministro de Interior y actual presidente del Senado, Abdalá Kallel, y la de Abelaziz Bendhia, antiguo responsable de Defensa y principal consejero del presidente depuesto Ben Alí.
Ambos se encuentran bajo arresto domiciliario, según la TAP, que señaló además que un tercer colaborador del presidente derrocado, Abdelwahab Abdalá, ex ministro consejero y conocido por haber controlado durante años con mano de hierro los medios de comunicación en el país, "está siendo investigado".
Abdalá Kallel, como presidente del Senado, fue una de las figuras que acompañaron y flanquearon a Mohamed Ghanuchi durante su toma de posesión como presidente del país en los primeros momentos tras la huida de Ben Alí.
Posteriormente Ghanuchi fue reemplazado al frente del Estado por el presidente del Parlamento, Fued Mebaza, a cuyo juramento también asistió Kallel.
Ministro de Interior durante siete años en el período de mayor represión de la oposición política en Túnez, Kallel organizó la detención de cerca 15.000 opositores, especialmente islamistas pero también militantes de partidos laicos y organizaciones de derechos humanos.
En su época al frente de Interior, se ilegalizó el partido islamista Enhada, y cientos de dirigentes de esta formación acabaron en prisión o en el exilio, entre ellos su actual líder Rachid Ghanuchi.
El ex ministro de Defensa, a quien se había dado por muerto en los primeros momentos tras la salida de Ben Alí, se encargó en los últimos años del anterior régimen de los asuntos internos como principal consejero del presidente y uno de los arquitectos de su política.
El Gobierno intenta con las detenciones de antiguos colaboradores de Ben Alí calmar la tensión en las calles, donde miles de manifestantes volvieron a pedir hoy la salida de todos los ministros del anterior régimen del Ejecutivo de transición.