vitoria. A falta de cuatro meses para que se celebren las elecciones forales, el PNV vencería a día de hoy en la cita con las urnas, aunque una hipotética suma de los votos socialistas y populares alcanzaría la mayoría absoluta en las Juntas Generales. Así se desprende del informe realizado por la empresa Gizaker por encargo de la Diputación alavesa y que refleja un aumento del voto jeltzale frente al retroceso que registran sus directos adversarios por alcanzar el sillón foral.

El escenario que avanza este estudio, elaborado a partir de entrevistas realizadas a 1.100 ciudadanos entre el 22 y 29 de noviembre, deja patente el carácter triangular que presentan las preferencias electorales de los alaveses, donde PNV, PSE y PP acaparan cerca del 80% de la intención de voto, con un escaso margen diferencial entre sus resultados que recuerda a últimos comicios forales celebrados en 2007.

Entonces, el popular Javier de Andrés -que repite como candidato- llenó la saca con más sufragios que sus adversarios, pero la falta de acuerdo con los socialistas permitió al jeltzale Xabier Aguirre tomar las riendas del Gobierno foral. El escenario de alianzas desconocía en esas fechas la futura sintonía que PSE y PP lograrían en el Parlamento Vasco para acabar con la hegemonía nacionalista al frente de Ajuria Enea y que el lehendakari, Patxi López, está dispuesto a ampliar a ayuntamientos y diputaciones, según reveló el jueves ante las cámaras de ETB, en un anuncio sobre el Antonio Basagoiti marcó ayer distancia al asegurar que no firmará nada que "suponga excluir al PNV".

Por el contrario, cerca de la mitad de los alaveses no tienen dudas de que esta ampliación del pacto por el cambio será una realidad tras los comicios municipales y forales. Una alianza que es "muy negativa para el país", en opinión del 37% de los encuestados, frente al 21% que la considera "muy positiva".

A pesar de la proximidad de la antesala electoral, el habitual apartado que la encuesta destina a conocer la valoración que de los dirigentes políticos realiza la sociedad, el informe de Gizaker carece de una comparación entre los diferentes aspirantes al sillón foral. Sólo el actual diputado general, Xabier Agirre -y candidato a la reelección- figura en la escueta lista de cuatro dirigentes que recoge la muestra. Y todos suspenden. Agirre es el que logra una mayor puntuación y roza el aprobado -4,8-, mientras que el lehendakari, Patxi López, encabeza con un 4,3 el resto de miembros de un listado que se completa con el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz (3,94) y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (3,79.

A la hora de identificar a estos cargos públicos, el listado vuelca por completo y Agirre pasa a ocupar el último lugar, mientras que el secretario general del PSOE figura como el dirigente más conocido por la ciudadanía alavesa. En clave local, Lazcoz es identificado por el 94% de los encuestados, mientras que el 68% reconoce al diputado general.

izquierda abertzale El estudio incluye en el área de intención de voto a la izquierda abertzale tradicional, a pesar de que los representantes de esta corriente política no tienen la posibilidad hoy en día de concurrir junto a las demás planchas. Cinco son los escaños que el informe concede a esta fuerza, pero la visión de la sociedad alavesa difiere en relación al derecho y las posibilidades que la exBatasuna tendrá de participar en las elecciones.

Casi seis de cada diez encuestados considera que esta corriente debería poder presentarse a la cita del 22 de mayo, frente al 30% que estima lo contrario. Pero a la hora de pronunciarse sobre si esta formación tendrá la posibilidad de participar en los comicios, prácticamente el mismo porcentaje de ciudadanos favorables a su inclusión en la oferta electoral - 57,2%- asumen que los tribunales mantendrán las puertas cerradas, una opinión que el informe recogió entre la sociedad alavesa antes de que ETA emitiera su último comunicado en el que añadía al cese de acciones ofensiva vigente el carácter "permanente, general y verificable" del alto el fuego.